Afconagro calcula se implantará nuevo récord en la zafra 2019-2020, que supere los cuatro millones de quintales
Azua.- La cosecha de tomate industrial 2019-2020 abarca un área general de 80 mil tareas, primordialmente por asociación con pequeños productores, distribuidos en 20 mil tareas en la región Norte y 60 mil tareas en la región Sur.
Eso implica una inversión empresarial superior a los RD$700 millones en el área agrícola y se proyecta alcanzar una producción superior a los cuatro millones de quintales de tomate fresco para su industrialización, de acuerdo con cifras ofrecidas ayer por el presidente de la Asociación de Fabricantes de Conservas del Agro (Afconagro), Félix M. García C., en el discurso previo a un recorrido por el Valle de Azua, en el inicio de la recolección y molienda correspondiente a la cosecha 71 del cultivo de tomate industrial.
Con sus palabras, el empresario García C. no solo buscó ofrecer números secos, sino más bien llamar la atención y resaltar la importancia que tiene para el país proteger un producto que dentro de la canasta alimenticia reviste de gran valor y que sirve de sustento a numerosas familias en República Dominicana.
El representante de Afconagro no se anduvo con rodeos en el abordaje del tema y pidió a las autoridades del sector agropecuario que protejan a los productores de tomate industrial ante un eminente aumento de las importaciones generalizadas por la entrada en vigor de más desgravaciones fruto del acuerdo comercial entre República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
En el escenario en el que habló García C. estaba presente el ministro de Agricultura, Osmar Benítez; el administrador general del Banco Agrícola, Carlos Segura Foster, y el director del Instituto Agrario Dominicano, Emilio Toribio Olivo.
En esta provincia hay una importante cantidad de productores pequeños y medianos de reforma agraria que ponen sus tierras a disposición del sistema productivo del tomate y tienen gran integración con la Afconagro.
Las estadísticas que maneja Toribio Olivo indican que más del 50% de las tierras productivas que generan tomate es terreno que ha estado en manos de reforma agraria y hay una parte que se ha ido titulando de manera definitiva con los procesos de titulación del Estado.
“La Afconagro, institución integrada por las agroindustrias Transagrícola, SRL (Linda), Peravia Industrial (La Famosa) y Victorina Agroindustrial, garantiza a nuestras autoridades gubernamentales el adecuado suministro de la demanda del pueblo dominicano y nuestros vecinos en pasta de tomate y otros derivados del rubro tomate, con calidad y precios justos, pero requerimos de su firme apoyo a nuestras operaciones agroindustriales y comerciales”, expresó García C, refiriéndose a las autoridades del Gobierno presentes en el acto.
“Es por ello que en la Afconagro llamamos la atención a nuestras autoridades gubernamentales, para que tal como lo hacen otros países con los que tenemos acuerdos, estudien y exploren alternativas que garanticen la continuidad del sector agrícola, puntal de desarrollo en nuestro país, especialmente vigilar las importaciones de productos terminados”, indicó. Del cultivo de tomate industrial dependen miles de productores parceleros de la reforma agraria, y cientos de productores privados. Algunos de ellos estuvieron en la actividad de ayer, iniciada a media mañana.
El tomate involucra una amplia cadena comercial e industrial que se deriva del cultivo, garantizando empleos fijos y móviles a más de 80 mil personas y permitiendo beneficiar de forma directa e indirecta, el requerimiento ocupacional de campo de unos 560 mil días-hombre (a razón de 7 días hombre/tarea) que se requieren para las labores culturales del cultivo. “Unidos a las firmas de agroquímicos, semillas, tractoristas, envases, los transportistas, y el comercio local y extranjero entre otros, generan una gran trascendencia e impacto socio-económico nacional”, planteó el presidente de Afconagro.
Aprovechó la ocasión para reiterar las gracias al presidente Danilo Medina, en nombre de los directivos de la Afconagro, por haber declarado este 2020, como “Año de la Consolidación de la Seguridad Alimentaria”, mediante el decreto 497-19. “Contribuirá directamente a socorrer a la población y a apoyar la producción agropecuaria”, expuso.
Y agregó: En nombre de los agroempresarios del tomate, reiterar que nos sentimos altamente satisfechos de esta actividad que conjuntamente realizamos de manera tripartita, las empresas agrupadas en la Asociación de Fabricantes de Conservas del Agro con los pequeños agricultores integrados en la Federación de campesinos Independientes Mamá Tingó, los productores privados y el sector gubernamental”. Al día de campo asistieron –además- distribuidores de agroquímicos, semillas e insumos para la agricultura, técnicos, invitados y relacionados del sector agrícola.
¿Qué solicitó al Banco Agrícola?
A Carlos Segura Fóster, el directivo de Afconagro le planteó la importancia de que involucre más al Banco Agrícola en la financiación del cultivo del tomate industrial. “Esa institución tiene muchísimo dinero y nos han dejado solos a los empresarios”, indicó.
El cuidado que ha pedido Osmar a supermercados
El ministro de Agricultura, Osmar Benítez, rememoró el momento en que se firmó el acuerdo tripartido (hace muchos años) en respaldo del cultivo de tomate, que implica al sector privado, a productores y al Gobierno. “Este que ustedes ven aquí fue uno de los redactores de ese acuerdo. El tomate es un producto político y de ahí que tenemos que protegerlo”, indicó. “Les puedo decir que me he reunido con todos los importadores de pasta de tomate y productos derivados de tomate, principalmente con los supermercados para decirles que si tienen un negocio de tres mil y cinco mil productos diferentes con los que ganan cuarto, en el caso del tomate yo quiero que tengamos cuidado, porque eso me genera inestabilidad en una zona de gente muy pobre del país”, dijo Benítez.Mientras, en otro momento de la actividad el dirigente Luis Cabrera pidió más respaldo para limpiar los canales.
