Un hombre y una mujer de nacionalidad venezolana vendían cocaína rosa y otras drogas sintéticas en Montevideo, la capital uruguaya, y fueron imputados este domingo por un delito de “negociación y producción de sustancias prohibidas”, lo que les costó cuatro meses de arresto domiciliario.
La cocaína incautada no era pura, sino que se trataba de la llamada “cocaína rosa”, una sustancia que suele contener una mezcla de ketamina, cocaína, tramadol, y cafeína. En Uruguay, esta droga es conocida por venderse en fiestas de música electrónica por entre 1.500 y 2.000 pesos uruguayos (entre 35 y 48 dólares americanos).
El estupefaciente tiene potencial alucinógeno, lo que significa alterar todos los sentidos de la persona que lo consume, manteniendo el efecto hasta ocho horas más tarde. Según toxicólogos uruguayos, el consumo de la cocaína rosa puede causar daños graves a la salud y en algunos casos puede tener contraindicaciones que pongan en riesgo la vida del consumidor, informó Subrayado.
La mujer venezolana fue detenida el viernes pasado en el Centro de Montevideo y cargaba con ella 53 envoltorios de cocaína rosa o “Tussi”, otro nombre que se utiliza en la jerga para nombrar esta mezcla de estupefacientes, una piedra de sustancia blanca, tres envoltorios de cristales y 27 pastillas de LSD.
Horas más tarde, la Justicia habilitó a la Policía la realización de dos allanamientos diurnos que les permitió dar con el hombre de 32 años, también involucrado en la venta de estupefacientes. En la vivienda de ambos, también en el Centro y a pocas cuadras de donde detuvieron a la mujer, el hombre poseía más cocaína rosa, varios envoltorios con restos de cristal, marihuana, pastillas y un arma de fuego calibre 38 con seis municiones.
En ese instante, ambos venezolanos quedaron detenidos y a disposición de la fiscal de estupefacientes Mónica Ferrero. La mujer de 24 años fue imputada como “presunta autora de un delito de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas”, mientras que el hombre de 32 años fue imputado como “presunto autor de un delito de producción de sustancias prohibidas y un delito de tráfico interno de armas de fuego”.
La cocaína rosa
En Uruguay, y en varios países latinoamericanos, este tipo de estupefaciente se conoce como la “droga de los ricos”, por el contexto socioeconómico donde se consumía, y fue creada a nivel mundial la década del ´70, pero resurgió en 2019.
En ese entonces, Uruguay detectó la llegada de la droga al país y se alarmó debido a las consecuencias que puede tener su consumo para la salud. En realidad, en los dos lados del Río de la Plata (Argentina y Uruguay) se advertía, hacía un año, el avance en la venta de la llamada cocaína rosa, de la “Tuci”, “Tussi”, “Tucibí”, “Nexus”, la “2C-B” (su denominación química) en el resto de América Latina.
Lo que sucede con este tipo de compuestos es que, cada cambio en su composición, además de ser una incógnita para toxicología a la hora de tratar a los pacientes, se vuelve un desafío para el control de la droga.
Cualquier alteración en la fórmula podría hacer que la sustancia escape de las convenciones internacionales y que los narcotraficantes se apoyen en ese vacío legal. Esa es la razón por la que países como Uruguay se propusieron un control de sustancias por grupo y no por su particularidad. Por eso, es la la familia de las feniletilaminas la que es ilegal y no el compuesto específico de cada fórmula de cocaína rosa.
Las modificaciones en la cocaína rosa es una de las 12 alertas canalizadas por el SAT (Sistema de Alerta Temprana en Drogas) el pasado 2020, mientras que en diciembre del 2021 la policía uruguaya desbarató una banda de microtráfico instalada en Montevideo. Fueron detenidas seis personas en esa instancia, entre las que se encontraban dos extranjeros, un colombiano y un venezolano.
Fuente: Infobae