La madrugada de este miércoles ataques aéreos de la India contra supuestas bases terroristas en territorio paquistaní, y un enfrentamiento en la frontera, dejaron una treintena de muertos y una gran preocupación a nivel internacional, ante la peor escalada militar entre los vecinos con armas nucleares en décadas.
La escalada se desencadenó después de que la India llevara a cabo un ataque aéreo en Pakistán, dirigido contra lo que Nueva Delhi describió como infraestructura terrorista en nueve ubicaciones distintas. Poco después un se inició también un intercambio de fuego de artillería a lo largo de la Línea de Control (LdC), la frontera de facto que divide la región de Cachemira entre ambos países.
La tensión entre los dos rivales regionales se había intensificado previamente tras un ataque armado el pasado 22 de abril en la ciudad turística de Pahalgam, en la Cachemira india, donde murieron 26 personas.
La India rápidamente acusó a insurgentes con base en Pakistán de planificar la masacre de Pahalgam. Este miércoles, dos semanas después, lanzó la ‘’Operación Sindoor’, describiéndola como una represalia “contenida pero precisa”.
El Ministerio de Defensa indio declaró que no se atacaron instalaciones militares ni civiles paquistaníes, con el objetivo de evitar una confrontación bélica a gran escala.
Sin embargo, el Ejército paquistaní condenó enérgicamente los ataques, afirmando que causaron al menos 26 muertos y más de 40 heridos, además impactaron en áreas civiles, incluyendo mezquitas, y en infraestructura crítica como centrales hidroeléctricas y recursos hídricos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán calificó el ataque indio como “un acto de guerra flagrante y no provocado”, advirtiendo que el país “responderá con férrea determinación”.
En respuesta a esta acción india, el Comité de Seguridad Nacional de Pakistán otorgó a sus Fuerzas Armadas plena autoridad para tomar represalias.
Durante la madrugada, Pakistán lanzó lo que denominó “operaciones de represalia limitadas”, que incluyeron tanto respuestas aéreas como terrestres. El Ejército paquistaní afirmó haber derribado cinco aviones de combate indios y un dron durante los enfrentamientos, aunque la India no ha confirmado estas pérdidas.
Simultáneamente, se desató un intenso fuego de artillería a lo largo de la Línea de Control. Un residente de Poonch, cerca de la LdC, declaró a EFE que la planta superior de su casa había quedado completamente dañada, aunque afortunadamente su familia estaba a salvo.
Implicaciones nucleares y alarma global
La escalada de violencia entre India y Pakistán, ambas potencias nucleares con un historial de conflictos bélicos, ha generado una grave preocupación a nivel internacional. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un urgente llamamiento a la desescalada, afirmando que “el mundo no puede permitirse una confrontación militar entre India y Pakistán” e instó a ambas partes a la “máxima moderación y al diálogo”.