Dili. El papa recordó a los “tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad” y pidió “actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso”, en su discurso ante las autoridades de Timor Oriental, donde hace años se conocieron los abusos a menores por parte del obispo premio nobel de la paz, Carlos Ximenez Belo.
Su primer acto fue la reunión con Ramos-Horta y el discurso a las autoridades en el palacio presidencial, en el que, aunque sin citar a la Iglesia católica, no quiso olvidar “a los tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad” y añadió: “Este fenómeno está aflorando en todo el mundo y todos estamos llamados a actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso y garantizar un crecimiento sereno a los jóvenes”.
El Vaticano dio a conocer en 2022 que sancionó a Belo tras las acusaciones de abuso a menores durante los años 90, con algunas restricciones de movimiento, el contacto con menores, y le hizo exiliarse a Portugal, pero para una parte del país sigue siendo considerado un héroe nacional.
Francisco llegó este lunes a Dili, procedente de Papúa Nueva Guinea, para la tercera etapa de su viaje por Asia y Oceanía, y a su llegada decenas de miles de personas, en este país con cerca del 95% de católicos, invadieron las calles para recibir al papa y se decretaron tres días de fiesta nacional.
En el resto del discurso, recordó el doloroso y reciente pasado que llevó al país a su independencia y afirmó que “a pesar que atravesar un período tan dramático de su historia, no perdieron la esperanza, y también porque, después de días oscuros y difíciles, finalmente ha despuntado un amanecer de paz y libertad”. Y deseó que el ejemplo de este país pueda servir “también en otras situaciones de conflicto, en distintas partes del mundo”.