Ha fallecido el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, uno de los líderes más importantes y respetados de la izquierda latinoamericana.
El exmandatario padecía cáncer de esófago. A mediados de mayo, su esposa y exvicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky, así como el actual presidente de ese país, Yamandú Orsi, confirmaron su grave estado de salud. “Está en la meseta, está a término (…) esto tiene un final anunciado”, afirmó la también exsenadora, quien indicó, además, que su médica diagnosticó que estaría en una “situación terminal“.
“Lo visité y está muy mal (…) está complicado aquel, pero se está cuidando”, manifestó, por su parte, Orsi, quien lo había visitado recientemente.
Ya principios de enero de 2025, el expresidente comunicó que la enfermedad se había expandido por su cuerpo y ya no había forma de detenerla. “El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta“, comentó. Y añadió: “Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”.
Mujica reveló que le fue detectado un tumor maligno en el esófago a finales de abril de 2024, lo que motivó a que recibiera un tratamiento con radioterapia. Unos meses más tarde, en agosto, aseguró que eso aparentemente funcionó, pero lo dejó “deshecho”.
De la guerrilla a la silla presidencial
Nacido en Montevideo en 1935, ‘El Pepe’ Mujica, como se le conocía popularmente, representó una faceta inusual de la política, ya que transitó un largo camino desde que participó en la guerrilla en los años 70 –y que le costó 12 años de prisión– hasta que ganó unas elecciones democráticas. Así, se consolidó como un presidente sin títulos universitarios que jamás se enriqueció ni quiso hacer uso de los privilegios del poder.
En 2010, después de asumir el cargo, ni siquiera quiso mudarse a la elegante residencia presidencial. Ajeno a los protocolos, eligió vivir en su sencilla casa de siempre, al lado de su esposa Lucía Topolanski, otra de las figuras históricas, fundamentales y de mayor reconocimiento en la política regional. Nunca tuvieron propiedades, bienes, ni autos lujosos ni abultadas cuentas bancarias. Ni una sola sospecha de corrupción.