Durante la madrugada de este jueves la capital de Japón, Tokio, y regiones aledañas vivió una nueva sacudida sísmica de magnitud 5,2 en la escala de Richter que, según un balance preliminar de las autoridades locales, ha dejado varios heridos y sin pérdidas humanas.
El seísmo tuvo lugar a las 4:15 a. m.(hora local) y fue especialmente notorio en la zona de Kisarazu, donde se han desplomado los tejados de varias viviendas y roto ventanas. Las autoridades no tienen constancia de daños personales en Tokio, aunque sí informan que, en la capital y sus alrededores, unos 3.000 ascensores quedaron parados.
A pesar de los temblores, el servicio de transporte continúa trabajando sin complicaciones y las alertas de tsunami no se han activado.
Actividad sísmica de Japón
En Japón cada año se registran aproximadamente 5.000 terremotos menores, de los cuales más de la mitad tienen una magnitud de entre 3,0 y 3,9. Por lo tanto, suelen pasar desapercibidos para la gente. Sin embargo, durante el mismo periodo el archipiélago japonés también puede verse sacudido por unos 160 terremotos de magnitud 5 o superior.
¿Por qué hay tantos terremotos en Japón?
El elevado número de terremotos en Japón se debe a su situación geográfica a lo largo del Cinturón de Fuego del Pacífico. Una cadena de 40.000 km de longitud en la que se encuentran al menos 450 volcanes. De estos, solo en Japón hay unos 265 volcanes clasificados como potencialmente activos.
El territorio japonés está en contacto con las cuatro placas continentales: la del Pacífico, la de Filipinas, la euroasiática y la norteamericana. Aquí, las placas se deslizan sobre roca líquida y provocan tensiones, que acaban liberándose y expresándose en forma de terremotos.
Además del choque de las placas continentales, la Fosa de Japón es otra de las causas de sus numerosos terremotos. Esta fosa oceánica mide 800 metros de largo en la parte noroeste del Pacífico, con una profundidad de 8.410 metros. En 2006, a 5.000 metros dentro de la fosa se descubrieron volcanes sísmicamente activos de 50 metros de altura y se cree que fueron los responsables del Terremoto de Tohoku de marzo de 2011.