Belgrado, 13 dic (EFE).- La jefa de la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK), Caroline Ziadeh, expresó hoy su profunda preocupación por la tensión en el norte kosovar, y pidió una «desescalada y moderación» para que continúe el proceso político entre Pristina y Belgrado.

«Las acciones provocadoras que llevan a la escalada son inaceptables, incluida una contra (la misión policial europea) EULEX», indicó UNMIK en Twitter.

Señaló que es «crucial que el proceso político se reanude con determinación y de buena fe» para lograr soluciones duraderas, y en ese sentido «reitera su llamamiento a la desescalada y moderación».

Los serbios del norte de Kosovo bloquean por cuarto día consecutivo las carreteras, utilizando camiones para cortar el tráfico, en una situación de seguridad que la policía kosovar define como «frágil».

En los días pasados una patrulla de la EULEX fue atacada con granadas aturdidoras.

Tanto la UE como Estados Unidos han llamado a la calma y exigen la retirada del bloqueo.

La minoría serbia de Kosovo protestan contra la detención de un expolicía serbokosovar sospechoso de haber atacado un local de la comisión electoral para impedir las elecciones municipales en el norte, y aseguran que la acusación es infundada y busca intimidar a la población de etnia serbia.

También protestan contra el despliegue de policías kosovares en el norte, argumentando que esa competencia pertenece a policías serbokosovares según los acuerdos de normalización entre Kosovo y Serbia.

Pristina exige la retirada inmediata de las barricadas.

También la misión de la OTAN en Kosovo (KFOR), encargada de vigilar la paz, pidió hoy en un comunicado en Twitter «evitar cualquier nueva escalada».

«La única vía hacia la paz es que Belgrado y Pristina solucionen sus problemas mediante el diálogo para lograr soluciones que respetan los derechos de todas las comunidades», señala la nota.

La KFOR, desplegada en Kosovo desde 1999, después de la guerra entre las fuerzas serbias y una guerrilla separatista albanokosovar, indica que permanece plenamente vigilante y capaz de cumplir su mandato, cedido por la ONU.

Kosovo, poblada por una gran mayoría albanesa, proclamó de forma unilateral su independencia de Serbia en 2008, diez años después de la guerra y del bombardeo de la OTAN para acabar con la represión del entonces régimen serbio de Slobodan Milosevic contra la población albanesa. EFE

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