Una adolecente de 14 años murió de meningitis meningocócica en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda en España, luego de que médicos del hospital “Virgen del Camino” pensaran que estaba drogada en primer lugar y después, que había sufrido una agresión sexual.
Por esta causa los familiares de la chica denunció al Servicio Andaluz de Salud por estos presuntos errores de diagnóstico que cometió el hospital concertado en el que la atendieron.
En su reclamación el abogado pide 201.820,56 euros a la Consejería de Salud y Consumo del SAS, por «unos hechos gravísimos» en un hospital concertado.
El abogado José Luis Ortiz Miranda, que representa a la familia, explicó a través de un comunicado, que el 10 de marzo los padres de la joven la llevaron al centro médico arriba descrito porque tenía dos días presentando malestar general.
La menor llegó «con destemplanza, dolor de cabeza, vómito, mareo, rigidez en la nuca y lenguaje ininteligible» al hospital.
Allí se le realizó una analítica de sangre, que, según el comunicado, ofreció «toda una serie de parámetros claramente, patológicos: entre ellos «leucocitosis de 18.300, con Linfopenia y Trombopenia» o «una alteración del INR» (índice que indica el tiempo que tarda en coagularse la sangre de una personas) a 1.66, cuando lo normal es que sea de 1.
Puedes leer:
La meningitis causa cada año 300 mil defunciones en todo el mundo
Niño de ocho meses muere tras presentar síntomas de meningitis meningocócica
Pero esto no fue suficiente para que se percataran de la gravedad del estado de la joven. «Aún con ello, no se le realiza la prueba de procalcitonina (PCT) ni otros reactantes de la fase aguda para averiguar si una bacteria o virus es el que está causando la infección», explica el comunicado.
Sin embargo, llevaron la menor a observación en el hospital, donde «no se le solicitó ninguna prueba médica necesaria en relación al estado que presentaba».
Falsos diagnosticos
«Viendo la sintomatología que presentaba la menor, le toman la temperatura y le realizan una analítica de sangre y de orina porque, según una doctora y una enfermera, «parecía tener síntomas de estar bajo los efectos de drogas«, añade el texto.
El personal interrogó a Nerea, siempre según el abogado, pensando que «había consumido drogas de algún tipo y que por eso no podía mantener una conversación coherente e inteligible».
Después de barajó la agresión sexual
La chica comenzó después a sangrar por el esfínter, tras lo que los facultativos pensaron que podía haber sido víctima de una agresión sexual. Por ello se dio parte a la autoridad judicial, que acudió al hospital con un médico forense que descartó la hipótesis.
Al cabo de unas horas, «la menor empezó a convulsionar, a presentar rigidez generalizada y perdió la conciencia; sufriendo una parada cardiorrespiratoria».
La joven entra en shock y fallo multiorgánico
Los médicos comunicaron a los padres de la menor que tenían que volver a repetir las pruebas, ya que éstas no eran «concluyentes debido a un error», tras lo que, «Nerea sufre otra parada cardíaca, como consecuencia del paso de un cuadro de sepsis a un cuadro de shock séptico».
Ante el temor por su vida ya que había un fallo multiorgánico, ya en la madrugada del día 11, se decide el traslado de la menor al Hospital Universitario Puerta del Mar en Cádiz.
«Se perdió un tiempo de oro sin las pruebas para hacer un diagnóstico», dice el abogado de la familia
En el hospital Puerta del Mar, ya los médicos sospechan «que padece un shock séptico de probable origen en SNC (Sistema Nervioso Central) y una meningitis bacteriana» y le realizan las pruebas pertinentes, pero, según la denuncia, ya era tarde y la chica murió el día 13.
