NUEVA YORK. – De acuerdo con el Banco Central de República Dominicana las remesas recibidas de enero a noviembre del 2022 superaron los 8 mil 900 millones de dólares, aumentando así la posibilidad de que al cierre del año sobrepasen los US$10 mil millones.

Así lo manifiesta mediante documento el coordinador general de Alianza País para el exterior, Luis Mayobanex Rodríguez, con asiento en esta ciudad.

“Si así ocurriera, resultaría la segunda ocasión en la historia de nuestra emigración que las remesas oficiales rebasan el tope de los 10 mil millones”, especifica.

“Este enorme flujo de divisas para lo cual el Estado nada hace ni nada invierte, es un factor esencial para que por primera vez las reservas internacionales dominicanas superen los 13 mil millones de dólares”.

“Además, las remesas de nuestros infravalorados emigrados representan más del 12% del producto interno Bruto (PIB) y casi el 38% del presupuesto de la nación para el 2023”, indica el dirigente político.

“Procede indicar que mientras los gobernantes celebran, por ejemplo, como logro propio la reducción de la pobreza en el país, en realidad cualquier éxito en este triste ámbito que afecta a millones de connacionales se debe, principalmente, a nuestras remesas”.

“Es más, el aumento de las remesas significa una crítica al gobierno por su ineptitud y débil voluntad de satisfacer derechos económicos y sociales que permita a los más desprotegidos poder salir de la miseria, pobreza y elevar su nivel de vida”, expresa.

Para las familias que más sufren los efectos de las crisis económicas el dinero enviado por los migrantes resulta ser la principal fuente de ingreso y en ocasiones la única de que disponen para subsistir en el país caribeño.

“La lógica trágica aquí es que mientras más penurias más remesas, mientras más desatención del Estado más sacrificios para los migrantes”, precisa Mayobanex Rodríguez.

“A pesar de la crisis económica que registran los principales países receptores de nuestros migrantes, nada augura un cambio significativo en el rumbo económico de RD que disminuya el rol de benefactor hasta ahora desempeñado por el dominicano emigrado”.

“Por el contrario, los propios datos aportados por las autoridades nacionales nos dicen que el ingreso real de la población trabajadora no da siguiera para cubrir el costo de la canasta familiar básica”, indica.

La canasta familiar incluye artículos y servicios imprescindibles para cubrir las necesidades básicas de la familia que van desde alimentos, ropa, transporte, recreación hasta consultas médicas y medicamentos.

Mientras el salario promedio del dominicano está por debajo de los RD$ 29 mil pesos, la canasta familiar básica nacional sobrepasa los RD$ 42, 000.

Los pobres cuyo poder adquisitivo es el más bajo, son los que más sufren el proceso inflacionario que registra la económica nacional.

Así, las familias más pobres que a principios del año en curso necesitaban de un ingreso mensual de RD$ 23,900 para cubrir el costo de su canasta familiar, para el pasado noviembre este pasó a RD$ 25,458 pesos.

Mientras el costo de la canasta familiar básica para el sector más carenciado del trabajador dominicanos es el señalado, vale indicar que el 38 % de los trabajadores formales tienen unos ingresos que fluctúan entre RD$5,000 a RD$15,000 pesos, para un déficit elevado que en parte ayudan a suplir las remesas.

“Se desprende de lo expuesto, que esta injusta distribución de las riquezas no disminuirá con “Palitos de Coco”, sino con un cambio radical que haga justicia en lo que a distribución de riquezas se refiere y con una administración del Estado que tenga como centro las necesidades humanas no las ganancias de los grupos oligárquicos”, concluyó el dirigente político.

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