Bogotá. El papa Francisco pidió a los jóvenes colombianos que no se dejen vencer, ni engañar y que no pierdan la alegría, en las primeras palabras que dirigió a las personas que se agolparon en la sede de la Nunciatura Apostólica.
Francisco llegó ayer a Colombia, donde permanecerá hasta el 10 de septiembre y tras la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto militar de Catam en Bogotá se subió al papamóvil y recorrió 15 kilómetros hasta llegar a la Nunciatura, donde residirá estas cuatro noches. A su llegada, el pontífice se dirigió a la multitud que le esperaba e hizo referencia a las cientos de miles de personas que se agolparon durante su recorrido.
Sobre todo se dirigió a los más jóvenes y les dijo “no se dejen vencer, ni engañar, ni pierdan la alegría, ni la esperanza y la sonrisa”, les dijo el papa a su llegada y que después volvió a repetir a los jóvenes.
Para esta improvisada “plaza de San Pedro” se instaló un pequeño palco y una zona para la prensa en el exterior de la Nunciatura. En esta primera “audiencia” en Bogotá recibió a miembros del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), y algunos de estos niños le cantaron.
También hubo miembros de las Familias de la Misericordia (Famis), un grupo de laicos y sacerdotes católicos, que se dedican a obras en favor de los más necesitados.
Francisco recibió una ruana, el tradicional poncho colombiano, que los jóvenes de Idipron han tejido personalmente, y no dudó en ponérsela.
Después el pontífice argentino se retiró a descansar tras las 12 horas de viaje.
El momento álgido de la visita de Francisco se producirá el viernes cuando habrá una reunión y una oración de reconciliación entre las víctimas del conflicto y exguerrilleros en Villavicencio, una ciudad al sur de Bogotá rodeada por territorios controlados durante años por las FARC. A un año de que el gobierno de Bogotá rubricara un acuerdo de paz con esta guerrilla, el país sigue dividido por los términos del pacto. Incluso la jerarquía de la Iglesia católica, que fue clave para facilitar las conversaciones de paz y ahora encabeza el proceso de reconciliación, tiene posturas contrastantes, por lo que muchos colombianos consideran que son unos términos demasiado generosos para los rebeldes responsables de atrocidades.
El pontífice además beatificará a dos sacerdotes colombianos asesinados durante las décadas de conflicto con los rebeldes, declarándolos “mártires” víctimas del odio a la fe católica.
Santos pide dejar de lado las diferencias
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, invitó a sus compatriotas a aprovechar la visita del papa para dejar de lado las diferencias y trabajar juntos en busca de “lograr grandes cosas”. “Es el momento de que aprovechemos esta visita para que quienes tengamos diferencias las hagamos a un lado o respetémoslas y trabajemos juntos, un país con un inmenso futuro, y si trabajamos juntos vamos a poder lograr grandes cosas”, declaró Santos.