Puerto Príncipe, 11 ago (EFE).– Cerca de 4,5 millones de personas padecen inseguridad alimentaria aguda en Haití, unas 100.000 personas más que antes del terremoto que sacudió el sur del país el 14 de agosto de 2021, alertó la ONG Save the Children, que calificó de «preocupante» este incremento del hambre, especialmente entre niños.

En un informe publicado poco antes del aniversario del sismo de magnitud 7,2, que causó la muerte de al menos 2.246 personas, la entidad expone la situación de hambre y seguridad, que ha incrementado su tendencia en los últimos 12 meses.

Según la ONG, la inflación en Haití es del 26 %, lo que dificulta a las familias el acceso a alimentos y otros productos básicos, así como la venta de sus cosechas en los mercados locales, de modo que el hambre «se está convirtiendo en una norma para los niños y niñas» del país.

«En las crisis alimentarias, los niños son siempre los más vulnerables y corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda», que puede causar retraso en el crecimiento, impedir el desarrollo mental y físico, aumentar el riesgo de contraer enfermedades mortales y, en última instancia, causar la muerte, apuntó la organización.

Al terremoto del 14 de agosto de 2021, que además de los fallecidos dejó 12.500 heridos y 800.000 damnificados a lo largo de toda la península sur de Haití, le siguieron una serie de réplicas que afectaron a más de 800.000 personas, entre ellas 340.000 menores.

El informe recoge la historia de la familia de Entha, una niña de 7 años de la región suroeste de Haití, que perdió su casa, sus cultivos y sus pertenencias en el terremoto del año pasado y, aunque recibieron ayuda de Save the Children, el empeoramiento de la crisis económica en todo el país ha hecho que pasen hambre a diario.

«Cuando no como, no me siento bien porque eso me pone triste. Ya no puedo ir a jugar. Es porque tengo hambre», dijo la niña, según apunta el documento de la ONG, que desplegó programas de emergencia de educación, protección, agua e higiene, salud y nutrición, y transferencia de efectivo para más de 100.000 personas de la zona.

La directora de Operaciones de Programas de Save the Children en Haití, Perpetue Vendredi, explicó que a pesar de la asistencia proporcionada, gracias al apoyo de los donantes, «se necesita más ayuda».

«En el último año, aunque muchas personas han podido reconstruir sus casas, para muchas otras la situación sigue siendo precaria. La respuesta humanitaria sigue estando lamentablemente poco financiada ya que esta crisis se ha ignorado en gran medida porque otros acontecimientos mundiales han tomado el relevo», afirmó Vendredi.

Ante esta coyuntura, la ONG hizo un llamado a los donantes para que aporten fondos adicionales para las comunidades más amenazadas, que «necesitan desesperadamente» alimentos, agua potable, saneamiento e higiene, así como protección social «para evitar la desnutrición generalizada, las enfermedades, el hambre y la muerte».

El terremoto registrado cerca de Nippes, unos 150 km al oeste de Puerto Príncipe, estuvo precedido por el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio en un asalto a su residencia, acontecimiento que ha exacerbado las luchas por el territorio entre bandas armadas, que contribuyen a incrementar la situación de crisis en el país.

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