Shell cerrará 1,000 estaciones de servicio en todo el mundo en 2025, en un giro estratégico que responde al crecimiento de los vehículos eléctricos (EV) y a las demandas del mercado por energía más limpia. La multinacional anglo-holandesa anunció que esta decisión forma parte de su plan para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y liderar la transición energética global.
En un comunicado oficial, la compañía destacó que el cierre de estaciones permitirá redirigir inversiones hacia su red de carga eléctrica, que ya cuenta con más de 70,000 puntos públicos de recarga en todo el mundo. Parte de este crecimiento se debe a la adquisición de Volta, empresa especializada en soluciones de carga para vehículos eléctricos.
Shell busca reposicionarse en la era eléctrica
Este anuncio marca una ruptura con el enfoque del CEO Wael Sawan, quien había expresado su intención de fortalecer el negocio de hidrocarburos y minimizar el desarrollo de proyectos renovables. No obstante, la presión del mercado y el comportamiento del consumidor han obligado a Shell a repensar su modelo de negocio.
“El aumento constante en el precio de la gasolina está empujando a los consumidores a alejarse de los motores de combustión y buscar alternativas más económicas y sostenibles”, afirmaron voceros de la empresa.
Cierres estratégicos: EE. UU. entre los primeros afectados
Aunque Shell no ha revelado la lista completa de ubicaciones que dejarán de operar, fuentes internas indican que los primeros cierres podrían comenzar en Texas, donde está la sede estadounidense de la empresa. También se anticipan cierres en California, Nevada, Utah, Dakota del Sur, Iowa y Minnesota.
En Minnesota, por ejemplo, Shell es actualmente la sexta mayor operadora de estaciones de servicio, con más de 70 establecimientos. El impacto del cierre afectará tanto a los consumidores como a cientos de empleados en áreas de exploración, venta y distribución de combustible.
El futuro de la movilidad, según Shell
Para Shell, el futuro del transporte gira en torno a la infraestructura eléctrica masiva y accesible. La empresa apuesta a que, al facilitar el acceso a cargadores, más personas optarán por vehículos eléctricos, pese a los altos costos actuales de adquisición.
Esta estrategia también se alinea con las metas de descarbonización global y podría forzar a otras compañías petroleras a tomar medidas similares, acelerando el cambio hacia energías limpias.