Temer retira tropas y resiste a la presión

Brasilia. El presidente de Brasil, Michel Temer, destacó que el país “no paró” a pesar de las violentas protestas registradas este miércoles en la capital Brasilia y resaltó que el Congreso continuó trabajando “en favor de Brasil”.

Brasilia. El presidente de Brasil, Michel Temer, destacó que el país “no paró” a pesar de las violentas protestas registradas este miércoles en la capital Brasilia y resaltó que el Congreso continuó trabajando “en favor de Brasil”.

“Brasil no paró y no parará. Continuamos avanzando y aprobamos temas importantísimos en el Congreso Nacional. Las manifestaciones ocurrieron con exageración, pero diputados y senadores continuaron trabajando en favor de Brasil”, declaró Temer en un vídeo divulgado en las redes sociales.

El mandatario brasileño citó que en la última semana el Congreso aprobó siete medidas provisionales y que “la reforma laboral avanzó en el Senado. Expresión, por lo tanto, del compromiso en superar la crisis económica”, agregó.

Temer quiso “agradecer a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado Federal, Eunício de Oliveira, y a los parlamentarios de la base aliada, por el empeño en estas votaciones”.

Según el presidente, “el trabajo continúa y continuará”, en medio de la grave crisis política que vive el país.

“Todavía tenemos mucho para hacer y este es el camino que mi Gobierno pretende seguir: colocar Brasil en el camino correcto. Por lo tanto, vamos al trabajo”, concluyó. Unas 50,000 personas salieron ayer a las calles de Brasilia para pedir la renuncia de Temer, tras la divulgación la semana pasada de una grabación en la que supuestamente da el aval para la compra del silencio de un exdiputado federal preso.

La manifestación terminó con violentos enfrentamientos con la Policía y posteriormente Temer encomendó a las Fuerzas Armadas la seguridad y el orden en las calles de la capital.

Temer está contra las cuerdas después de que la Corte Suprema abriera una investigación en su contra a petición de la Fiscalía, que sospecha que el gobernante pudo haber participado de delitos de corrupción, obstrucción a la Justicia y organización criminal.
La Fiscalía se basa en las confesiones de los directivos de la cárnica JBS, quienes acusaron a Temer de recibir coimas desde 2010, aportaron una explosiva grabación con el jefe de Estado y revelaron que pagaron sobornos a más de 1,800 políticos de 28 partidos a cambio de favores para la compañía.

El mandatario, a quien toda la oposición y varios partidos que forman la base de su Gobierno piden su renuncia, se niega por el momento a dejar el cargo, que ocupa desde el 12 de mayo de 2016, cuando la mandataria electa Dilma Rousseff fue apartada por el Congreso por supuestas irregularidades fiscales.

Retira a los soldados de Brasilia

Temer rescindió el jueves su orden de desplegar fuerzas militares en las calles de Brasilia después de enfrentar críticas de que la medida era excesiva y un simple esfuerzo por mantenerse en el poder tras las crecientes exhortaciones para que renuncie.

En un decreto emitido en el Diario Oficial, Temer revocó la orden emitida un día antes, “tomando en cuenta el alto en los actos de destrucción y violencia y el subsecuente restablecimiento de la ley y el orden”. El jueves por la tarde los soldados empezaron a abandonar las calles de la capital, indicó el Ministerio de Defensa. Las tropas fueron emplazadas el miércoles por la noche tras una jornada de choques entre la policía y manifestantes que exigen la destitución de Temer, quien enfrenta acusaciones de corrupción. Surgieron incendios en dos Ministerios y varios fueron evacuados. Algunas personas provocaron destrozos en edificios del gobierno y prendieron hogueras en las calles.

Una sucesión
muy complicada

Temer corre el peligro de ser destituido tras el surgimiento de una grabación que al parecer lo muestra apoyando la idea de pagarle a un exlegislador a cambio de su silencio. Muchos brasileños han empezado a mencionar a su posible reemplazo.

Si Temer renuncia o es destituido, el presidente de la Cámara de Diputados asume la presidencia por 30 días hasta que el Congreso vote por un reemplazo que ejerza el cargo hasta el final del período a finales del 2018. Pero hay una complicación: el cargo no puede ser ocupado por alguien bajo proceso judicial.

Tanto el titular de la cámara baja, Rodrigo Maia, como el próximo en la fila, el presidente del Senado Eunicio Oliveira, están bajo investigación por corrupción y tendrían prohibido asumir el gobierno si la Procuraduría decide presentarles cargos. En ese caso, asumiría la Presidencia la titular de la Corte Suprema Carmen Lucía, hasta que el Congreso elija a un reemplazo.

Henrique Meirelles, el ministro de Hacienda, de 71 años, es considerado el más dispuesto a implementar las medidas de austeridad y las reformas a las leyes de pensiones y a las leyes laborales impulsadas por Temer. Meirelles fue presidente del Banco Central bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

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