Castro Marte dice Iglesia no tolerará abusos a menores

Como un asunto penoso delante de Dios al que se le debe aplicar todo el peso de la ley civil y la canónica, califica el obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Jesús Castro Mart

Al ser entrevistado por elCaribe, el presidente de la comisión investigadora deploró la ocurrencia de casos

Como un asunto penoso delante de Dios al que se le debe aplicar todo el peso de la ley civil y la canónica, califica el obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Jesús Castro Marte, los abusos sexuales a menores de edad y a personas en estado de vulnerabilidad por parte de sacerdotes, diáconos y consagrados.

Castro Marte, quien actualmente preside por un período de tres años la comisión creada por la Arquidiócesis de Santo Domingo para investigar las eventuales denuncias de abusos sexuales a ese grupo de personas, considera que ninguna persona que se dedique a lo más puro, que es llevar a la gente la doctrina de Dios, ha de incurrir en actos de ese tipo, y es por esa razón que dice que la Iglesia tiene “tolerancia cero” con ello, especialmente cuando las víctimas son niños inocentes.

“Ninguna persona que se dedica a lo más puro, que es la prédica de la palabra de Dios puede hacer eso, porque con eso hay tolerancia cero, porque eso no se puede tolerar; el abuso de los niños nunca debe pasar en la Iglesia, porque los niños son inocentes, son puros”, enfatiza el religioso durante una entrevista que concedió a elCaribe en la Universidad Católica de Santo Domingo, donde actualmente es rector.

Sobre la creación de comisión

Monseñor Castro Marte explica a este medio que la conformación de esta comisión se hizo en atención a un llamado del papa Francisco, quien pidió a la Iglesia Universal que establezca tribunales en todas las diócesis del mundo para prevenir que estos casos sigan ocurriendo y no porque aquí, en República Dominicana, se conozcan casos particulares.

“Esta comisión se ha creado en República Dominicana primeramente para detener eso en caso que se dé; segundo, para acompañar a la persona, a la víctima y a la vez orientar al sacerdote en el marco legal. En el legal en el sentido de que si tú violas tal reglamento, tú vas a la justicia civil y a la vez a la justicia canónica. Son dos justicias por las que tienes que pasar, son dos procesos legales”, comentó.

Agrega que aunque en el país no se ha visto lo que ha ocurrido en países como Chile o Estados Unidos, de igual forma, es un tema que debe tratarse de manera confidencial “porque hay muchos datos que uno tiene que averiguar”, tras explicar que cuando se habla abusos sexuales a menores o a ancianos que tienen problemas mentales, que son los que entran en el grupo de los vulnerables, lo correcto es cuidar su integridad y dignidad porque también hay que darles atenciones psicológicas por los daños emocionales y físicos que presentan.

“Es decir, que esta es una dinámica que la Iglesia Universal la está utilizando en primer lugar, para que vean que la Iglesia enfrenta con valentía cualquier tipo de denuncia porque, al nivel de estadísticas, en los abusos de menores de edad, ahí entran muchos profesionales; entra el médico, el psicólogo, entra el que se dedica al deporte, entran, inclusive, congresistas, extranjeros, turistas, hay muchas personas que están practicándolo a nivel mundial”, señala.

Mecanismos a utilizar

Al hablar sobre los mecanismos que se utilizarán para identificar si existen o no abusos, dijo que para ello hay un protocolo y unos lineamientos que hay que seguir.

“Si en una parroquia, le pongo el ejemplo, hay un caso de alguna denuncia y llega a la comisión -en este caso a la Vicaría del Clero-, se estudia la denuncia, se investiga el caso, hay que presentar las pruebas, no es por el hecho de que una persona venga y diga ‘mira, tal sacerdote lo vamos a acusar de que violentó a un menor, que le puso la mano a un menor’. Hay que buscar datos, grabaciones, testigos, una serie de elementos para poder llamar al sacerdote inmediatamente, porque como quiera se le va a llamar, aunque no existan las pruebas. Así, él viene y se le trata de orientar”, detalló.

Castro Marte indica que en caso de que un sacerdote esté siendo investigado, la Iglesia, por su parte, lo suspenderá de forma ‘fulminante’ hasta que se termine todo el proceso.

“A estos se les aplican las leyes, el castigo que dice el Código Penal dominicano porque eso se entrega inmediatamente, si se investiga un caso de un sacerdote, de un diácono, de una consagrada; eso se va al tribunal dominicano, pero a la vez, la iglesia a través de unos procesos canónicos, unos lineamientos que tiene, hace su juicio y en caso de que cuando se comience el proceso de investigación hay cierto grado de prueba o evidencia, el sacerdote es suspendido fulminantemente hasta que termine el proceso de investigación”, apunta.

Lo que se debería hacer

El religioso entiende que ante este problema latente que la Iglesia enfrenta a nivel mundial, una de las medidas que se deben tomar es fortalecer a los sacerdotes, principalmente en los seminarios.

“Antes de un joven entrar a un seminario, tiene que ser bien calificado porque una persona que tiene problemas de pedofilia es porque en algún momento histórico de su vida fue violado o maltratado, porque la pedofilia no la podemos relacionar con la homosexualidad”, sostiene.

No obstante a esto, al hablar sobre los casos que han ocurrido en República Dominicana, como el del sacerdote Elvin Taveras Durán, quien actualmente cumple un año de prisión preventiva como medida de coerción en la penitenciaría de Najayo-Hombres en San Cristóbal, tras ser acusado del asesinato del adolescente de 16 años Fernelis Carrión Saviñón, Castro Marte agregó que estos se han atendido tanto en la justicia canónica como en la civil.

“Aquí hay casos que se pueden dar y se han dado. Hay varios sacerdotes que están cumpliendo, hay varios sacerdotes. Al padre Elvin Taveras ya se le aplicó el asunto canónico y está en el proceso judicial y hay otros sacerdotes (…) la Iglesia es una de las instituciones que ha enfrentado con más seriedad, el abuso de los menores”, subrayó.

Durante el tiempo que Castro Marte estará al frente de esta comisión lo acompañarán otros miembros de la Arquidiócesis de Santo Domingo, como José Abraham Apolinario Abreu, vicario general; José Guillermo Rosario Sánchez, vicario judicial; Jesús Zaglul Criado, vicario episcopal de Vida Consagrada, y Jorge Iván Rodríguez Vargas, juez del tribunal Eclesiástico de Primera Instancia, quien también fungirá como notario de la delegación investigativa.

La comisión que integran estos religiosos quedó contenida en el decreto 181, cuya orden fue emitida el pasado 10 de mayo por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria.

El mandato, que fue firmado por el vicario general del Arzobispado, padre Apolinario Abreu, establece que una vez que los comisionados realicen su investigación, deben presentar un informe confidencial al arzobispo para su ponderación y decisión.

Padres pederastas son personas enfermas

Jesús Castro Marte afirmó que un padre pederasta es una persona enferma que tiene problemas psicológicos serios, por lo que este debe ser tratado como tal, pero sin dejar de aplicársele las leyes. “Son enfermos y hay que tratarlos como enfermos, pero también hay que tratarlos en el proceso penal. Esos sacerdotes que caen, hay que darles un acompañamiento a nivel espiritual, a nivel de la ciencia, psicológico, pero aplicarles las leyes porque son personas adultas y tienen capacidad y es un problema muy complejo porque a veces juzgamos fuerte. Aunque la ley o la Iglesia los saque de sus ministerios, también necesitan un acompañamiento, porque tienen una enfermedad”.

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