El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, sostuvo que la puesta en servicio de la Ciudad Judicial de Santo Domingo Este constituye un compromiso para el Poder Judicial de construir un sistema de justicia a la altura de la demanda de esa demarcación.
Aseguró que responde a una ciudadanía que exige respuestas oportunas, trato digno y confianza en sus instituciones, al contar con la mayor cantidad de habitantes del país, de una gran densidad institucional, importantes polos económicos y una compleja diversidad social, lo que, a su entender, representa el corazón vivo de la República Dominicana.
Sostuvo que el nuevo modelo de Ciudades Judiciales es una iniciativa que obedece a la gestión del cambio en el sistema de justicia “a un cambio de mentalidad, no solo de espacio físico de instalaciones, sino que representa una transformación profunda de la cultura institucional del Poder Judicial”, lo que se replicará, dijo, en los demás departamentos judiciales del país. “Cambiar de espacio físico sin cambiar de mentalidad sería un esfuerzo vacío. Gestionar de manera transformadora es, en realidad, gestionar el futuro”, afirmó.
Sostuvo que ese cambio de cultura va en sintonía con las acciones desarrolladas para la digitalización de los servicios en el Poder Judicial, y puso como ejemplo los que se ofrecen en las Cortes del Distrito Nacional, los cuales se acercan al 95 por ciento los que se realizan en esa modalidad.
Al encabezar la tercera mesa interinstitucional del programa Justicia y Sociedad con actores claves del sistema, indicó que la nueva Ciudad Judicial es un espacio que articula eficiencia y cercanía, tecnología y trato humano.
Henry Molina dijo que la confianza en la justicia depende de cómo se percibe su integridad y su sentido humano, y que esa percepción la construyen jueces y servidores judiciales que actúan con profesionalidad, respeto, transparencia y compromiso. “El juez es un garante de derechos. Pero también es un referente ético. Cuando actúa con integridad, da ejemplo”, manifestó.