Confianza fue común denominador en crímenes que conmocionaron a República Dominicana en 2022

La sociedad dominicana se vio bastante lacerada por diversos hechos abominables durante este año.

El año 2022 agoniza y deja tras de sí un rastro de sangre vertida de la confianza que depositaron sus víctimas hacia quienes se convertirían en sus verdugos.

Otros estuvieron en el tiempo y momento menos indicado y que, ante una cadena de situaciones que se desarrollaron en cuestión de horas, incluso minutos, terminaron sus días debajo de una especie de rueda que desciende a rápida velocidad sobre una pendiente, sin que nadie fuera capaz de detenerla.

Así queda plasmado este año que en 19 días perime; con el asesinato de un ministro a manos de su mejor amigo, la muerte de un comunicador tras discutir con un expresidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la barbarie de un crimen que aparentemente involucró a docenas de personas que hicieron nulo esfuerzo en evitarlo.

Los asesinatos de un joven y un hombre de tercera edad que supuestamente se sintieron confiados por las palabras sutiles que extraños ofrecieron a través de plataformas digitales para entablar relaciones; la muerte de una odontóloga provocada presuntamente por su mecánico de confianza y la anteposición del dinero en personas conocidas que terminaron en horror.

Eso fue el año 2022, por lo que a continuación presentaremos los casos que conmocionaron a la República Dominicana:

Orlando Jorge Mera

Aquel 6 de junio al mediodía todo parecía normal; estaba soleado y el trajinar diario de la sociedad seguía su acostumbrado curso. Las redes sociales no eran diferentes, todo funcionaba como de costumbre.

Hasta que surgieron las primeras noticias sobre un supuesto tiroteo en el Ministerio de Medio Ambiente. Posteriormente se supo que el titular de esa entidad, Orlando Jorge Mera, había sido herido de bala. Muy pronto se supo que fue acribillado y que murió en su despacho.

La población estaba perpleja; nadie sabía con exactitud lo sucedido. Muchos afirmaban que el tirador aún estaba atrincherado en el ministerio; luego se supo que se entregó en una parroquia cercana.

El nombre de su confeso matador salió a la luz: era Miguel Cruz, su amigo de infancia. ¿Las razones? Se presume  que este decidió quitarle la vida porque Mera no quiso «otorgarle unos permisos para exportar 5,000 toneladas de baterías usadas a través de la empresa Aurum Gavia, S.A», de acuerdo a la acusación del Ministerio público.

Actualmente Cruz se encuentra en prisión preventiva, en espera de la apertura de juicio en su contra por el crimen.

Manuel Duncan

La madrugada del 19 de agosto, Duncan compartía con un amigo en el pequeño local de Rico Hot Dog, ubicado en la avenida José Núñez de Cáceres y Rómulo Betancourt, cuando en un momento este derramó por accidente un poco de mayonesa y Ketchu en su vestimenta.

Justo en ese momento, según los testigos, un señor de 60 años supuestamente se estaba riendo; por lo que Duncan creyó que se estaba burlando de él, razón por la que se paró de su asiento y lo agredió.

Según la Fiscalía,  el hombre de avanzada edad se dirigió a su vehículo a buscar el arma homicida «que posteriormente se encargó de destruir para eliminar pruebas». Inmediatamente, aquel señor sacó la pistola y comenzó a realizar múltiples disparos en contra de Duncan y un amigo que lo acompañaba’; sin embargo, no logró dar con ellos porque “salieron corriendo”.

De acuerdo al relato de uno de los testigos, el amigo de Duncan partió del lugar pero este se quedó discutiendo con el hombre, lo que produjo que por segunda ocasión este le disparara para finalmente matarlo de varios impactos de bala.

Aquel homicida de avanzada edad resultó ser el expresidente de la DNCD, Félix Alburquerque Comprés, quien posteriormente se entregó a las autoridades y cumple prisión preventiva.

David de los Santos

A las 6:30 de la noche del 27 de abril de 2022 David de los Santos estaba en la plaza Agora Mall cuando entró a la tienda Sensses Sun Glasses and Accesories, donde se dirigió a una de las empleadas supuestamente en una actitud extraña e intimidante.


Al ver esto, otra empleada salió del local y fue a buscar ayuda de seguridad y encontró a un policía que salía con unas fundas en mano de un supermercado y David, al verla hablando con él, salió del establecimiento.

Más tarde, David de los Santos fue buscado por la seguridad de la plaza, quien lo localizó frente a la tienda Zara, y lo retuvo esposado hasta que llegara la Policía Nacional, lo que ocurrió 20 minutos más tarde. Fue llevado hacia el destacamento de Naco por los cabos Alexis Montero Ubri y Luis David Ortiz Tineo, quienes sólo condujeron a David de los Santos a esa dotación.

Esa misma noche, David de los Santos fue llevado al destacamento de Naco y fue recibido por los imputados capitán Domingo Alberto Rodríguez y el raso San Miguel González, quienes fungían como oficial del día y sargento de guardia, respectivamente.

“De manera criminal y en violación a sus derechos fundamentales, procedieron a colocarle unas esposas por la espalda y a introducirlo a la celda esposado” junto a los también imputados Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos, Jean Carlos Martínez Peña y al nacional haitiano (no imputado) Wistel Pieer”, dice el Ministerio Público.

Esposado en la celda, David supuestamente vociferó algo “realizando una enorme bulla”, situación que molestó a los imputados, quienes comenzaron a golpearlo en la cabeza y demás partes del cuerpo, provocando que los miembros policiales rociaran gas pimienta dentro del lugar donde estaban encerrados, lo que, según el órgano acusador evidencia que los agentes “siempre tuvieron control de la situación, conocimiento, pero sobre todo que participaron de manera activa para aportar las condiciones activas a la materialización del tipo penal imputado, por lo que se configura como coautoría de la acción”.

Después que los policías rociaron el gas pimienta dentro de la celda, los acompañantes del cuarto de David se enfurecieron aún más y le “propinaron una nueva paliza, asestándole golpes y patadas por todo el cuerpo, sin la más mínima posibilidad de poder defenderse, ya que se encontraba esposado con los brazos hacia atrás. Al cansarse de golpearle con los puños, tomaron unos tenis propiedad del detenido Wistel Pieer y continuaron golpeándolo durante toda la noche, hasta dejarlo inconsciente, siendo permitido por los miembros de la Policía Nacional”.

En horas de la mañana del día siguiente, es decir, el 28 de abril de 2022, los miembros de la Policía decidieron penetrar a la celda encontrando a David en el suelo e inconsciente después de una noche de “tortura”. Llamaron al 9-1-1 que lo llevó al hospital Francisco Moscoso Puello.

Mientras David de los Santos pasaba por todo eso en aquel destacamento, sus familiares y amigos lo buscaban. Su hermana, Sugeidy Correa, manifestó al Ministerio Público, que había notado que su hermano tenía un comportamiento poco habitual, razón por lo que se había preocupado que la noche del 27 de abril no llegó a la casa. Ahí empezó su búsqueda hasta dar con el paradero de este el 28 de abril en la noche. Ella quiso hablar con su hermano, pero no se lo permitieron porque este ya se encontraba en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte. Antes le mintieron y ocultaron el estado crítico de su hermano.

Finalmente David de los Santos no sobrevivió.

Lyda Amell

La odontóloga Lyda Amell había conocido a su presunto verdugo por servicios de mecánica de vehículos.

José Luis Fermín Díaz (El Chamo y/o Venezuela) estranguló a la odontóloga con una soga y luego dejó su cuerpo abandonado dentro del automóvil de la víctima, que estaba parqueado en el Expreso Quinto Centenario, en el sector Villa Juana.

No obstante, aquel 28 de julio el imputado se movilizó durante dos horas y media en el vehículo junto a la víctima por diferentes puntos del Gran Santo Domingo.

La instancia establece que el día de su muerte Bogaert salió sola de su casa aproximadamente a las 5:00 de la tarde, conforme se observa en los videos de las cámaras de seguridad. Transitó en su vehículo por varias calles del Distrito Nacional y a las 6:22, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, recogió a Fermín Díaz, quien vestía una camiseta color naranja y llevaba en sus manos una caja de herramientas y un manómetro.

Con base en las grabaciones de las cámaras del Sistema 9-1-1, la instancia de solicitud de medida indica que el vehículo fue visto a las 6:56 próximo a la Universidad del Caribe, en la autopista 30 de Mayo, y luego, a las 7:08 de la noche, transitaba por la Plaza Juan Barón, en la avenida George Washington.

Las cámaras registran que ya en ese momento el investigado iba conduciendo. A partir de entonces, el hombre se desplazó hacia Santo Domingo Este y luego regresó al Distrito Nacional.

Luego de abandonarla en el vehículo, a las 8:52 de la noche, caminó por el sector de Villa Juana, llevando su caja de herramientas y el manómetro, sin que se observara ningún otro movimiento en torno al automóvil. El Ministerio Público detalla que el agresor abordó luego un motoconcho y se dirigió a un hotel.

Frederick Alberto Pérez

Según las autoridades, Frederick fue contactado mediante la aplicación Grindr por Jeremy de Jesús Rodríguez Evangelista alias «Mono Plata» y Argenis Morillo de los Santos, quienes engañaron al joven con un perfil falso para que se reunieran.

Posteriormente, en 17 de julio de 2022, el encuentro se convirtió en un intento de atraco, el cual acabó quitándole la vida al joven.

Frederik trabajaba en el Departamento de la Juventud de la Liga Municipal Dominicana (LMD). Su cuerpo fue hallado con varias heridas de armas blancas, en un basurero. No tenía teléfono celular ni el vehículo marca Honda Civic en el que se transportaba.

Julio Peña Rubio

El mes pasado, Julio Peña Rubio, de 62 años, perdió la vida a manos de delincuentes cuando había acordado visitar una joven de nombre «Daniela» en el sector El Tamarindo de Santo Domingo Este. Allí cayó en una trampa, porque quienes le esperaban eran sus verdugos.

 La revelación fue hecha por Víctor Manuel Marte, abogado de la familia de la víctima.

«Un hombre honrado y trabajador perdió la vida por una acción de una banda que se inventó una cuenta falsa en redes sociales, de una supuesta muchacha, Daniela, y con ello hicieron trasladar al ingeniero Julio Aníbal Peña Rubio hacia las interioridades de El Tamarindo», reveló el abogado.

Natanel González

Nathanael González Belén fue reportado desaparecido el julio de este 2022 y días después su cadáver fue encontrado amordazado y amarrado, en estado de descomposición, dentro de un vehículo estacionado en el parqueo del Hospital Doctor Hugo Mendoza, en Santo Domingo Norte.

El reporte preliminar indica que Nathanael salió de su hogar el pasado 11 de julio para supuestamente juntarse con Aquino Polanco, alias El Gordo, con quien habría concretado un negocio relacionado con la comercialización de televisores.

De acuerdo a lo explicado por los abogados de la familia de Nathanael, quien vendía televisores, este había pagado por una mercancía y el imputado, junto a otros no apresados, no se lo entregaron, y decidieron matarlo.

Jesús Cuevas

El joven oriundo de San José de Ocoa, permaneció desaparecido durante un mes hasta que fue encontrado desmenbrado dentro de un tanque en una vivienda en el kilómetro 7 de la carretera Sánchez del Distrito Nacional.

Francisco Javier García Quezada (Anthony), confeso homicida de Jesús Cuevas, detalló que desde el mismo 6 de octubre de 2022, tras convencer a su víctima de ir a su casa, lo apuñaló, descuartizó y colocó en un tanque, al que selló con cinta adhesiva.

Carlos Ariel Cuevas, hermano del asesinado, dijo que el autor del crimen laboró por más de seis años con la víctima.

El asesino reveló que convivió durante esos días con el cadáver en la casa donde vivía junto a su hijo de tres años. Incluso jugaba videojuegos en la habitación.

“Tengan cuidado con las personas. El dinero crea una corrupción increíble que puede hacer que un familiar tuyo pase por todo esto que pasó mi hermano”, afirmó Ariel Cuevas en ese momento.

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