Un coronel de la Policía Nacional se suicidó la madrugada de ayer de un disparo en la cabeza, luego de disparar varias veces a la residencia de su pareja en San Cristóbal.
De acuerdo a los moradores, Ramón Valerio Crispín, de 45 años, se presentó previo a su muerte en la casa de su pareja, ubicada en la calle José Francisco Peña Gómez del sector Villa Fundación, y disparó varias veces porque supuestamente ella se negó a recibirlo.
Crispín tras disparar y pensar que había matado de varios disparos a su concubina, aún no identificada, huyó en un carro marca Toyota Corolla, color gris y se sentó en la puerta de una iglesia en la comunidad de Haina, donde incendió el carro en el que se desplazaba y sacó su arma de reglamento y se disparó. Afortunadamente la mujer resultó ilesa.
Los moradores que presenciaron el suceso indicaron que se acercaron al agente policial, quien estaba uniformado, para persuadirlo y evitar que cometiera la tragedia, sin embargo, él entregó su carnet a uno de ellos y procedió a suicidarse.
Fuentes ligadas al caso aseguran que Valerio Crispín se desempeñó como jefe de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), en San Cristóbal.
Pasadas las 8:30 de la mañana el cuerpo del oficial policial fue levantado por un médico legista.
