“Fue un maestro de estrado y un jurista que dejó huellas en su ejercicio profesional”, fueron algunas de las cualidades que personalidades destacaron del doctor Ramón Pina Acevedo.
Entidades acudieron ayer a la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln del Distrito Nacional, donde fueron expuestos los restos del jurista Pina Acevedo, fallecido el lunes a la edad de 96 años.
Al hablar sobre su padre, César Pina Toribio dijo que dentro de la satisfacción que tiene la familia es que cumplió con todos los requerimientos que la sociedad le hizo en ocasiones. “Para nosotros, por encima del dolor, nos queda la satisfacción de que la sociedad dominicana lo reconoce, y que nos obliga a continuar con su ejemplo, en el quehacer por el bien de la ciudadanía”, indicó Pina Toribio.
Miguel Surún Hernández, presidente del Colegio de Abogados, calificó como una tragedia la muerte del jurista, no solo para el gremio, sino para la nación dominicana. El vicepresidente de Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños Guzmán lo definió como un jurista que dejó huellas en todo lo que fue su profesión.
Mientras que Trajano Potentini, presidente de la Fundación Justicia y Transparencia, valoró su legado como un gran exponente y propulsor del deporte dominicano.
El cuerpo de Pina Acevedo será trasladado al Congreso Nacional, la Procuraduría General de la República y la Cancillería, y luego será llevado al Cementerio Nacional, de la Máximo Gómez, donde recibirá cristiana sepultura. Pina Acevedo nació el 22 de noviembre de 1922. Era considerado como uno de los tres mejores profesionales del Derecho dominicano, con una laboriosa, larga y brillante carrera que inició cuando se graduó en el año 1946, como doctor en Derecho, con un ejercicio ininterrumpido hasta los últimos días de su vida. Como escritor publicó Apuntes Jurídicos, un libro de consultas para penalistas, entre otras obras.
