República Dominicana se compromete a reducir en 27 % las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030

En los últimos años, el sector energía (industria energética, transporte, manufacturera y construcción) se ha comportado como una temible criatura de la mitología cuyo “aliento de fuego” y grandes huellas amenazan el equilibrio ecológico y la biodiversidad en la República Dominicana.

La comunidad científica advierte que la adición de más gases de efecto invernadero por actividades humanas a la atmósfera intensifica el efecto invernadero y, por tanto, incrementa en promedio la temperatura de la tierra, actuando como un “carburante” y dando lugar al calentamiento global.

A este sector se le atribuye más de la mitad de los gases de efecto invernadero (GEI) que se generan en el país insular. Solo en el 2015, este “dragón” escupió 22,266.69 (gigagramos) Gg CO2eq, que representa el 62.75 % de las emisiones totales, 35,486.03 Gg CO2eq.

En el 2015, las emisiones en este renglón se incrementaron en un 18.05 % respecto al 2010, año en el cual se generaron 18,861.86 Gg CO2eq.

“La principal causa es el aumento sostenido de consumo energético del país. El incremento de las emisiones de CO2, visto anteriormente, está asociado al aumento de la quema de combustibles con fines energéticos”, destaca el “Primer Informe Bienal de Actualización de la República Dominicana ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, publicado en febrero del 2020.

La quema de combustible es la más significativa, con el 99.77 % de las emisiones, y el restante 0.23 % corresponde a emisiones fugitivas de los combustibles. En esta actividad, la subcategoría industrias de la energía tiene el 44.8 % de participación, seguida de transporte (34.4 %), industrias manufactureras y de la construcción (12.4 %), otros sectores (7.1 %) y no especificados (1.3 %).

El informe indica que en las emisiones fugitivas de combustibles, la subcategoría petróleo y gas natural es la única presente.

La huella del transporte terrestre

En dicha subcategoría, el transporte terrestre ocupa la totalidad (99.97 %) de las emisiones, seguido de un 0.03 % de aviación doméstica.

En el transporte que se realiza sobre la superficie terrestre, la carga de emisiones se distribuye de la manera siguiente: automóviles de pasajeros (54.27 %), camiones para servicio ligero (30.94 %), motocicletas (8.44 %) y camiones para servicio pesado (6.32 %).

Con una contribución del 8.15 % de las emisiones totales, el sector “procesos industriales y uso de productos” (IPPU por sus siglas en inglés) ha aumentado vertiginosamente su huella de carbono. Representó el 11.64 % en el balance de GEI en el 2015 (2,892.61 Gg CO2eq), para un

Esta alza se atribuye al aumento registrado en la producción de cemento y cal desde el 2013. “En este sector, solo se contabilizó la categoría Industria de los minerales y, dentro de esta, la subcategoría Producción de cemento es la de mayores emisiones (60.78 %), y Producción de cal la menor (39.22 %)”, refiere el Primer Informe Bienal de Actualización (“fBUR”).

De su lado, el sector “agricultura, silvicultura y otros usos de las tierras”, (AFOLU por sus siglas en inglés) contribuyó con -24.76 % al total de GEI en el 2015, con un balance de – 6,098.69 Gg CO2eq, que representa una disminución de las emisiones netas con magnitud negativa de 23.57% desde el 2010.

El equilibrio

Para aligerar la carga, el sector tierras (3.B) aparece como el único que consistentemente absorbe CO2 en el país. Según constan en el referido documento, las tierras forestales presenta absorciones de 11,699.74 Gg CO2eq, contribuyendo con un 108.03 % al balance. Los humedales alcanzaron 847.89 Gg CO2eq para un aporte de -7.829 %, en menor proporción están las tierras de cultivo 0.07 Gg CO2eq para una contribución de -0.001 %.

En ese sentido, las absorciones de la categoría tierras (3.B) representaron un 177.94 % en el balance del sector AFOLU y un -44.05 % de participación en el balance total de gases de efecto invernadero. Las absorciones fueron de 10,851.79 Gg CO2eq para una disminución de 14.1% desde el año 2010.

Incendios forestales

“El motivo de esta disminución, es la acumulación de las pérdidas de superficies boscosas, provocadas principalmente por incendios forestales. En el 2015 se incendiaron 11,601.5 hectáreas de bosques y se acumuló un total de 34,621.20 hectáreas de bosques (casi el 1.0 % de la superficie del país) en el período evaluado (2010-2015)”, explica.

De su lado, el sector desechos figura como el responsable del 15.71 % de las emisiones totales. En el 2015 sus emisiones llegaron a 5,573.64 CO2eq, para un incremento de 7.7 % desde el año base 2010, debido al aumento de la población y sus residuos generados.

Respecto a las categorías, el 68.63 % de las emisiones de GEI corresponden a eliminación de desechos sólidos y el 31.37% a tratamiento y eliminación de aguas residuales.

Emisiones de metano en el sector

En el país, las emisiones del dióxido de carbono CO2 representan un 69.76 % (aumentando 25.49 % con respecto al 2010), mientras que el metano CH4 y el óxido nitroso N2O representaron respectivamente el 28.47% y el 1.77 % (aumentando 6.20 % y 1.62 % respectivamente, respecto al año base 2010).
El metano es un gas de efecto invernadero. Se le atribuye el 14 por ciento de las emisiones a nivel mundial.

En el territorio nacional, las actividades de quema de combustible son las responsables del 80.09 % de las emisiones de metano CH4 del sector energía. Dentro de la subcategoría, el 62.10 % de las emisiones de CH4 es responsabilidad de la actividad residencial mientras, su contribución a las emisiones totales de CH4 del sector Energía es del 49.74 %.

En tanto el transporte es responsable del 28.50 %, con una contribución del 22.83 % a las emisiones totales de CH4 del sector energía.

Conclusiones y recomendaciones

“En los últimos años se ha incrementado la generación de electricidad con gas natural, desplazando tecnologías que utilizan fuel y diesel, siendo responsable de un mayor número de emisiones. Por lo tanto, se debe resaltar que el CO2 tiene la mayor responsabilidad en las emisiones para la subcategoría evaluada”, a esta conclusion llega el informe. La principal recomendación expuesta indica que teniendo en cuenta la tendencia en el aumento de las emisiones en el año 2018, se deben tomar medidas para agilizar la implementación de las actividades de mitigación en las industrias de la energía.
Asimismo, aconseja fomentar el desarrollo en las energías renovables, consideradas vitales para alcanzar una reducción del 25 % (posteriormente 27 %) de las emisiones al 2030, como se ha planteado en la Estrategia Nacional de Desarrollo y la NDC.

Un compromiso que necesita grandes fondos

En su Contribución Nacionalmente Determinada 2020, la República Dominicana se comprometió a reducir en un 27 % las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto al BAU o business as usual al 2030, del cual 20% estará condicionado a finanzas externas y un 7 % condicionado a finanzas domésticas (5 % al sector privado y 2% sector público). El país propone lograr a partir de opciones de mitigación evaluadas y propuestas movilizar una inversión estimada de USD $ 8,916,950,000.00 expresada de forma condicionada e incondicionada. Asimismo, se estima una inversión para la adaptacion dea USD $ 8,634,707,651.67 para los sectores de seguridad hídrica, seguridad alimentaria y ciudades resilientes. En tanto que en los demás sectores se refleja una inversión menor y se fundamenta más en robustecer los marcos habilitantes para la implementación de las medidas de adaptación en el periodo 2021-2030.

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