Como un ser humano extraordinario que se entregó a los demás sin estridencias desde la bondad y el silencio, así fue calificada la ex primera dama de la República y esposa del expresidente Rafael Hipólito Mejía, doña Rosa Gómez de Mejía, por Isidro Torres, director de los Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC), quien además manifestó su pesar ante el fallecimiento de ésta.
“Expresamos nuestro más sentido pésame para mi amigo Hipólito Mejía y a sus hijos Ramón, Felipe, Carolina, Lissa y a toda su apreciada familia, ante el repentino fallecimiento de Doña Rosa. Paz a su alma, doña Rosa”, dijo Torres.
Para Torres que doña Rosa Gómez se haya dedicado a temas tan vitales como el desarrollo educativo e integral de la niñez y por el desarrollo social de lo nacional, demuestran su sensibilidad y preocupación por el bienestar del país.
Torres explicó, que doña Rosa fue una excelsa dama que en vida irradió amor, solidaridad y una alta vocación de servicio hacia el prójimo, afirmando que quienes la trataron de cerca conocieron su fortaleza espiritual e integridad frente a cualquier circunstancia de su vida.
“Doña Rosa siempre nos trató como parte de su familia, la recuerdo por el amor, la sencillez, la decencia y por el fino trato no sólo con su familia, sino también hacía la niñez y a personas desvalidas que necesitaron de su orientación y asistencia, sin otra motivación que el de servir al bien común.
Narró que doña Rosa propició importantes programas en beneficio de la niñez dominicana durante su ejercicio de primera dama de la República.
Isidro Torres recordó que siendo presidente de la Comisión de Desarrollo Barrial durante el gobierno del expresidente Hipólito Mejía, le tocó trabajar y asistir a la ex primera dama en el programa de ayuda a grupos de personas de alta vulnerabilidad.
Torres destacó, además, de doña Rosa que se desempeñó como ex primera Dama y esposa siempre alejada de conflictos, siendo una dama distinguida y actuó siempre en favor de los mejores intereses de la nación.
El director de los Centros Tecnológicos Comunitarios precisó que a través de los años la dama fallecida demostró ser una gran madre, mujer de valores, llena de fe, esposa, amiga sin límite, muy buena consejera y un gran ser humano.
A su juicio la esposa del expresidente Mejía será recordada por el pueblo dominicano siempre con mucho cariño, ya que fue una persona que pasó por la vida dejando huellas y dando la mano amiga, el amor y la solidaridad a muchas personas necesitadas.