Familiares de la joven Juliana Santana, fallecida el pasado 5 de enero presuntamente como consecuencia de mala práctica médica, se querellaron ayer ante la Fiscalía del Distrito Nacional, en contra del Centro Médico Antillano.El padre de la víctima, Máximo Santana Torres, explicó que la joven, quien trabajaba en una farmacia, acudió al referido centro médico a los fines de solicitar ayuda psicológica para enfrentar un estado depresivo que la mantenía afectada y que una vez en el recinto médico, fue atendida por Secundino Palacios, “quien la inyectó en varias ocasiones con un anestésico denominado Propofol, que le generó una reacción alérgica y posteriormente la muerte”.
Indicó que el médico “no tomó las medidas adecuadas para aplicar un anestésico que según nuestras investigaciones está recomendado para anestesia general en procedimiento quirúrgico”.
En la querella, los familiares refirieron que ese mismo medicamento fue el que le causó la muerte a la actriz estadounidense Joan Rivers y al rey del pop, Michael Jackson, tal y como lo revelan los informes forenses.
Por esta razón, solicitan que se ordene el arresto y conducencia del imputado y que sea condenado al pago de una indemnización de 40 millones de pesos como justa reparación por los daños y perjuicios causados.
