Santiago. La Fundación Luz y Esperanza por el Autismo tiene la capacidad de recibir aproximadamente a 180 niños con condición de Trastorno del Espectro Autista (TEA), y trabaja para promover su aceptación, integración e inclusión social.
En los últimos años se ha registrado que uno de cada 100 niños tiene autismo, lo que ha llevado a la población a informarse más sobre esta condición, entendiendo que no es una enfermedad.
De acuerdo con las informaciones ofrecidas por Heymi Dalia Martínez, quien dirige esta fundación, la parte comunicativa es muy delicada, ya que muchos piensan que, porque un niño no habla, no se comunica, lo constituye como un grave error.
“Como fundación, es un logro cada pequeño avance que un niño pueda presentar, ya sea un saludo, una palabra, comer algo que no comía, hacer algo que no hacía y que puedan desarrollar su autonomía y desempeñarse sin necesitar un apoyo constante”, explicó Martínez. Asimismo expresó que el mayor reto que tienen los niños con autismo son las habilidades comunicativas y el procesamiento sensorial.
“Hay muchas formas de comunicación que no requieren palabras. Cuando un niño toma tu mano y la lleva hacia lo que quiere, se está comunicando. Hay distintos métodos de comunicación alternativa como el Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes y los pictogramas. Lo importante es aprender a comprender a tu hijo”, aclaró.
En cuanto al cerebro de una persona con autismo, Martínez indica que procesan la información de una manera distinta. “La mayoría de los niños con la condición carecen del concepto de peligro y pueden inconscientemente poner su vida en riesgo. Como padres, hay que estar alertas. No los aíslen de otros niños, que vivan su niñez”, aconsejó.
Martínez exhorta que se fomente una cultura de educar a la población con respecto al TEA, para así lograr más empatía, evitar juicios innecesarios en caso de que estos tengan una crisis y mantener la calma.