En Sermón de las 7 Palabras, se criticó la corrupción y se alzó la voz por los abusos y maltratos a las mujeres

El grito se alzó en contra de las falsas promesas de los políticos hacia al pueblo, la corrupción, la delincuencia, los feminicidios, las muertes maternas, las cesáreas indiscriminadas, el matrimonio infantil y los embarazos en adolescentes. A una sola voz, la Iglesia Católica desnudó el pasado Viernes Santo los males que afectan a la República Dominicana durante la lectura del tradicional Sermón de las 7 Palabras.
Con siete religiosos, entre ellos, por primera vez, tres mujeres que se manifestaron en oposición a la desesperanza del pueblo y a los sufrimientos que cada día viven las damas dominicanas y tres hombres, que lanzaron duras críticas por las necesidades del país, el abandono de los políticos a la gente, la descomposición social y medioambiental, a los abusos y excesos de diversos tipos, se desarrolló la ceremonia desde la Catedral Primada de América.

En la primera palabra “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, leída por la monja Sor Lourdes Martínez Arcángel, del Instituto Hijas de la Altagracia (HHA), la religiosa fustigó “la falta de honestidad” de los políticos quienes, según dijo, engañan al pueblo con falsas promesas de progreso, “compran la conciencia de muchas personas por unos cuantos pesos e incluso por un plato de comida y, sin escrúpulos, compran lo más sagrado para un ciudadano, su propia identidad”.

Mientras que en la segunda palabra. “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, la hermana Ángela Cabrera, Fundadora de la Comunidad Discípula Misionera por la Santidad, habló sobre el grito de las mujeres de víctimas a causa de los partos por cesáreas, citando el porcentaje de nacimientos en esta modalidad que es de un 58.1%; sobre las muertes maternas; los feminicidios y homicidios, que según datos, en el año 2022 sucedieron 53 del primero y 84 por el segundo. De igual forma, reprochó la alta tasa de matrimonio infantil que, de acuerdo a sus palabras, es similar a la de los países más pobres como los del África Subsahariana.

Situación de la mujer y la sociedad


Para la tercera palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre”, la religiosa Ofelia Pérez, directora general de las Altagracianas, también llamó a contemplar la situación de la mujer porque en muchas sociedades ser una dama “es una condena para vivir maltratada, vejada, humillada, golpeada o…simplemente usada para el sexo o la pornografía”. Se refirió, además, a lo escandaloso que, a su entender, es la cantidad de adolescentes embarazadas, las mujeres acosadas y violadas por aquellos que deben protegerla.

Ya en la cuarta palabra “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, el padre Luis Rodríguez Simé, Vicario Adjunto de Pastoral del Distrito Nacional Norte, reprendió los abusos policiales, la extorsión, el narcotráfico, las condenas injustas, la violencia que lleva muerte y luto a las familias, los abusos “de prestadores de salud y los seguros”, los accidentes de tránsito por imprudencias, los bajos niveles de educación, el atraso cultural y conductual donde no se respeta la ley ni la autoridad, el descalabro moral y ético de la sociedad, la falta de honestidad y la explotación laboral con baja recompensa.

En la quinta palabra “Tengo sed”, el padre Cesáreo Núñez Flores, Arcipreste Zona San Isidro, párroco de la Parroquia San Luis Rey de Francia, criticó la situación medioambiental con la depredación y la falta de conciencia, y en ello la escasez de agua que afecta a la nación con la frase “la tierra misma grita: tengo sed”.

“La gente tiene que comprar agua para sus necesidades habituales, mientras, los ríos mueren ante la desprotección de las autoridades, se privilegian proyectos que atentan contra la supervivencia de las fuentes acuíferas, con tal de que, nos dejen unos millones, aunque se sacrifique la biodiversidad y se comprometa la suerte de las futuras generaciones”, dijo.

Promesas incumplidas

“Nuestro mundo es un mundo de promesas incumplidas”. Así, con esta frase, Isaías Mata Castillo, vicario adjunto Santo Domingo Oeste, y párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Altagracia, Zona Herrera-Manoguayabo, lanzó sus críticas en la sexta palabra “Todo está cumplido”. En su lectura, manifestó que cada día los periódicos muestran que los políticos prometen una cosa y luego no la cumplen. “Y en nuestro caso particular, reina el clientelismo y un mar de corrupción, como tales son los casos: pulpo, medusa, coral, calamar… Y no solo en la política, sino que también en nuestra vida personal y en la vida cristiana debemos reconocer que no siempre cumplimos con la voluntad de Dios”, indicó.

En la séptima y última palabra “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”, el padre Robert Valentín Alcántara Belén, arcipreste de la Zona Pastoral de Villa Mella–Guanuma, se enfocó en la migración ilegal que ha dejado muertes y malas experiencias. Señaló que, actualmente, los miembros de los partidos políticos están más preocupados por hacer el trabajo de la justicia, que por sentarse en una mesa de diálogo serio y responsable a buscar soluciones a la situación de jóvenes que día a día salen en grupo como inmigrantes ilegales, detrás de un “supuesto sueño”; donde pasan todo tipo de necesidad y calamidad, llevando mortificación a sus familias por falta de más oportunidades en su tierra natal. “¡No creo que estemos bien! Y, peor aún, parece que no se dan cuenta o se hacen los indiferentes, pero por cada dominicano que sale a esta travesía, entran al menos unos cinco extranjeros… ¡al ritmo que vamos, llegará el día en que los dominicanos seremos menos en nuestro propio suelo!”, puntualizó.



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