De acuerdo con el balance anual sobre la tasa de homicidios realizado por Insight Crime, La República Dominicana registró una caída del 16.4% en su tasa de homicidios en 2024 en comparación con 2023, marcando el tercer año consecutivo de descenso.
El total de homicidios en la República Dominicana durante el año pasado fue de 1,374.
La publicació, también, indicó que aunque el país alcanzó un récord de 37 toneladas de cocaína incautadas durante el año 2024, la mayor parte de los homicidios en ese lapso fueron por causa de peleas entre individuos, por lo que se indica que el tráfico de drogas no parece ser un factor importante detrás de la violencia.
“Aunque la nación caribeña ha sido durante mucho tiempo un punto clave de tránsito para los envíos de cocaína a Europa, el tráfico de drogas no parece ser un factor importante de violencia. A pesar de una incautación récord de 37 toneladas de cocaína en 2024, la mayoría de los homicidios de 2024 fueron causados por peleas entre individuos”, destacada el documento.
Según el estudio, publicado en insightcrime.org, al menos 121,695 personas fueron asesinadas en Latinoamérica y el Caribe durante 2024, lo que sitúa la tasa media de homicidios en alrededor de 20.2 por cada 100,000 personas, aproximadamente la misma tasa que en 2023.
En la décima edición del balance anual, Insight Crime analiza las dinámicas criminales detrás de la violencia en los países de la región. La tasa de homicidios constituye un factor determinante a nivel mundial para medir la violencia.
Otros países
El Caribe se destacó negativamente con aumentos en las tasas de homicidios en varios países. Surinam lideró este incremento con un asombroso 382.3%, seguido de Barbados con un 138.0% y Turcas y Caicos con un 121.3%. En particular, Turcas y Caicos registró la tasa de homicidios más alta de toda la región, alcanzando un 103.1 por cada 100,000 habitantes, impulsada por el contrabando de armas, narcóticos y personas.
Otros países caribeños también experimentaron aumentos significativos, aunque menores, como Haití (+51.6%), donde la violencia de las pandillas continuó su ascendente en medio de la ausencia del estado y la consolidación de alianzas criminales como “Viv Ansanm”. Trinidad y Tobago (+21.5%), Belice (+13.0%), Bahamas (+8.0%), San Vicente y las Granadinas (+7.2%), Puerto Rico (+7.0%) y Santa Lucía (+2.6%) también registraron incrementos en sus tasas de homicidios, con la actividad de pandillas y la proliferación de armas de fuego como factores comunes.
Según el estudio, varios países lograron reducciones notables en sus tasas de homicidios. Honduras (-26.5%) y El Salvador (-20.8%) lideraron estas disminuciones, con este último alcanzando una históricamente baja tasa de 1.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, aunque la metodología de recopilación de datos en El Salvador genera dudas sobre la comparabilidad directa con otros países.
Otros países latinoamericanos experimentaron descensos más modestos, como Guatemala (-3.6%), Costa Rica (-3.5%), Nicaragua (-3.2%) (aunque la falta de transparencia impide una evaluación precisa), Venezuela (-2.2%) (con cifras gubernamentales cuestionadas), Colombia (-1.9%) y Uruguay (-0.9%). A pesar de estos descensos, la lentitud del progreso en algunos casos sugiere un posible estancamiento en las estrategias contra el crimen organizado.