En la segunda etapa del programa se crearán Casas de Acogida para los jóvenes que están en orfanatos
Con una incidencia en el crecimiento y desarrollo de más de 2 mil 753 jóvenes, las Casas de la Juventud buscan rescatar en los jóvenes el deseo de superarse y capacitarse, para que dinamicen a la sociedad con su buen accionar.
Ese crecimiento forma parte de los programas que implementa el Ministerio de la Juventud, través de las ocho Casas de la Juventud ubicadas en diferentes provincias del país.
Estas casas como espacios de emprendimiento e innovación social, cuentan con laboratorios tecnológicos para impartir cursos certificados por Instituto Técnico de Las Américas (ITLA) y Microsoft, como una forma de capacitar de manera integral a los jóvenes e insertarlos en el mercado productivo laboral.
Desde que iniciaron las capacitaciones en el programa, en febrero pasado, el Ministerio ha contribuido al cierre de la brecha digital, a la capacitación técnica, así como al empoderamiento y participación política de los jóvenes, al emprendimiento, a la educación financiera, al conocimiento y promoción de la Ley de Juventud, y más.
Liderazgo Sociopolítico; la prevención de embarazo en adolescentes; yo puedo programar; hablemos de emprender; fundamentos técnicos del computador; comunicación y teología; maestría de ceremonia , son algunos de los talleres que se imparten en las distintas Casas de la Juventud, los cuales cuentan con una participación significativa de los jóvenes.
Las Casas de la Juventud están ubicadas en las provincias Hermanas Mirabal, La Vega, Barahona, Azua, Duarte, San Pedro de Macorís y en el municipio de Pedro Brand de la provincia Santo Domingo, y su eficacia se debe a un trabajo mancomunado con los Ayuntamientos y con otras instituciones.
Etapas de las Casas de la Juventud
Las Casas de la Juventud son áreas creadas para que los jóvenes tengan la oportunidad de formarse de manera integral. Consta de dos etapas: la primera para capacitar a jóvenes de 15 a 29 años, y la segunda para acoger a jóvenes huérfanos de 18 a 23 que ya no pueden estar en un orfanato.
Para la ministra de la Juventud, Robiamny Balcácer, el principal papel que vienen a desempeñar estas casas es tratar de que esos jóvenes no se queden en la calle, y que a través del Ministerio se les pueda ayudar ofreciéndoles cursos, talleres y otras actividades que los preparen para trabajar en la sociedad.
“Es un trabajo que conlleva entrega porque es un tema de mucho sacrificio, análisis y unión entre varias organizaciones”, destacó la ministra.
De acuerdo a Balcácer, el programa cuenta con el acompañamiento de varias instituciones que trabajan con la juventud para lograr en ellos un impacto en la sociedad.
“Es un programa en el que estamos acompañados de varias instituciones que trabajan con los jóvenes y otras que no trabajan directamente con ellos, pero que se han unido a nosotros para apoyarnos, algunas de las instituciones privadas son Microsoft y Nestlé, y en el caso del gobierno está el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), Industria y Comercio, Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani)”, expresó la funcionaria.
Las casas, en esta primera etapa ofrecen actividades puntuales, como cursos y talleres de política; muestra de ello es el taller que se realizó en la Casa de la Juventud de la provincia Duarte, junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de “liderazgo socio-político para promover la participación de los jóvenes y su participación en los espacios de participación e incidencia pública”.
Instituciones colaboradoras
Entre otras organizaciones, el Ministerio de la Juventud cuenta con el Consejo Nacional para el VIH SIDA (Conavihsida), el Ministerio de Industria y Comercio y Pymes (MICPYMES), la Pastoral Juvenil, y con el respaldo internacional del Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ).
En la segunda etapa tendrán casas de acogida
El programa Casas de la Juventud tiene una segunda etapa que consiste en que éstas sean espacios de acogida para jóvenes que son abandonados y que están en una ONG o en el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani). La idea de este proyecto es que pueda haber espacios de acogida en el segundo nivel de las casas, para jóvenes de 18 años que no puedan estar en los orfanatos, lo cual evitaría que en vez de ir a la calle, los jóvenes puedan vivir en estas casas de acogida. En esa segunda parte los jóvenes serán becados por el MJ, y tendrán la oportunidad de disfrutar de un hogar donde encontrarán todo lo que necesiten para concluir su formación técnico-profesional, “y de esa manera nosotros podemos entregárselos a la sociedad, ya formados”.
