Las dos especialistas en impacto de políticas de género acaban de publicar una serie de ensayos sobre el tema

El pasado mes de septiembre se publicó en los Estados Unidos el libro titulado ‘El ABC de la Igualdad’, diseñado para infantes menores de cinco años. El libro representa un alfabeto progresista, en donde les enseñan conceptos de justicia social como ‘P de Privilegio’ y ‘C de clase social’. La G representa la palabra ‘género’ y lo define como: “una categoría que describe el sentimiento interno de que somos hembra, varón, ambos, ninguno y una combinación de todo”.

El libro, dirigido a niños y niñas que todavía están en kindergarten, ilustra la palabra T con la definición de ‘transgénero’, y dice que: “A veces el sexo que asigna el doctor al nacer no concuerda con el sentir de cada persona. Un bebe ‘varón’ puede ser asignado a la categoría de ‘niño’, pero internamente puede sentirse ‘hembra’ o quizás puede sentir que no tiene asignación alguna. ¡Tú decides lo que quieres ser!”, concluye.

Tanto la obra para párvulos, como este seriado de entrevistas, se refieren al tema de la ‘identidad de género’, que perniciosamente quieren infiltrar dentro de las leyes dominicanas. Primero lo encontramos en un Proyecto de Ley de Igualdad y No Discriminación, luego en el Proyecto de No Violencia contra la Mujer, y al parecer ahora ronda dentro de un nuevo Proyecto de Ley de Trata y Tráfico que organismos internacionales insisten que la República Dominicana necesita urgentemente.

Para este artículo, entrevistamos conjuntamente a las profesoras universitarias Heather Brunskell-Evans y Michele Moore, especialistas inglesas en el impacto de las políticas de género en la niñez. Ambas acaban de publicar una colección de ensayos titulada ‘Inventando la Niñez Trans’, respecto a los niños, niñas y adolescentes, que alegan sentir una ‘identidad de género’ opuesta a su sexo biológico.

Ustedes alegan que el concepto ‘identidad de género’ acarrea implicaciones preocupantes para niños, niñas y adolescentes. ¿Por qué?

Michelle Moore: Porque confunde a la niñez y a la juventud respecto al sexo, el género y la sexualidad. En las aulas de clases inglesas se les está enseñando que pueden cambiar su sexo, lo cual es una mentira categórica. Por lo tanto, las intervenciones médicas realizadas en la niñez y en la juventud que se identifica como trans, no tienen base científica y son peligrosas.

Según sus opositores, ¿cuál es el beneficio de enseñarle a niños, niñas y adolescentes que es posible “nacer en el cuerpo equivocado”?

Heather Brunskell-Evans: Que, al aceptar esta creencia, podrán sentirse mas cómodos “con su yo verdadero”. Que podrán vivir en una sociedad progresista donde la diferencia y la diversidad son aceptadas. Que toda crítica a las intervenciones médicas a menores de edad es resultado de la transfobia.

Ahora bien, usted argumenta que eso es un peligro. Pero, ¿qué le diría a una mamá o a un papá cuyo hijo se siente incómodo con su sexo, que alega sentirse hembra, y han sido convencidos de que, si no le suministran bloqueadores de la pubertad y luego hormonas del sexo opuesto, ese hijo puede acabar haciéndose daño o suicidándose?

Heather Brunskell-Evans:El alegato de que, si no se afirma la creencia del niño, este terminará cometiendo un suicidio es un mito pernicioso y manipulador que circula frecuentemente en este tema y es exitoso, porque aterroriza a los padres y madres. El lobby trans regurgita estadísticas de supuestos suicidios, basadas en estudios con metodología errada. Existen otros estudios que contradicen este discurso, pero son silenciados o ignorados.

Michelle Moore: Ningún niño nace “en el cuerpo equivocado”. Por ende, ninguna niña tampoco. No podemos convertir el cuerpo de niños y niñas saludables en “el problema” cuando es su mundo circundante el que debe cambiar y adaptarse. Los niños y niñas no necesitan ni rechazar sus cuerpos ni intervenciones experimentales. Podemos eliminar barreras sociales que crean impedimentos a la hora de la niñez expresarse sin llegar a eso.

Tal parecería que ustedes representan el pensamiento disidente. Actualmente en Estados Unidos existen más de cincuenta de “clínicas de género” para menores de edad. Países como Suecia y México están acelerando leyes que permitirían la intervención médica en niños y niñas para modificar su género. ¿Cómo usted responde a quienes alegan que sus ideas están arcaicas?

Heather Brunskell-Evans: Yo diría que es lo contrario. Alegar que niños y niñas tienen ‘una identidad de género’ (un sentimiento interno de feminidad o masculinidad), es lo retrógrado, porque refuerza estereotipos sexistas que tanto hemos luchado para derrumbar. Quienes defienden esas políticas lo que hacen es utilizar a la niñez como un escudo humano para justificar tratamientos experimentales. Incentivar que niños y niñas piensen que es posible cambiar de sexo, medicar y esterilizar los cuerpos saludables de menores de edad es abuso infantil. En un futuro próximo, la sociedad mirará esta etapa con horror… ojalá entiendan que quienes hemos tenido la valentía de denunciarlo, sufrimos amenazas, intimidación y violencia. Pero lo denunciamos.

Ustedes son académicas, con carreras en prestigiosas universidades de Inglaterra. Fácilmente podían vivir una vida cómoda, sin preocupaciones. Sabiendo lo polémico de este tema, ¿por qué decidieron involucrarse?

Michelle Moore: No pienso doblegarme ante las demandas de los activistas trans. ¿Qué no me han hecho a mí? Desde campañas de presión internacionales basadas en acusaciones falsas, intimidación a mi empleador para que me despidan, ‘des-invitaciones’ de conferencias académicas… Todo esto tiene un costo terrible en mi carrera, en mi posición económica, en mi vida familiar y en mi salud. En este tema, ayudar a que el niño o la niña reflexione es considerado ‘transfóbico’ y va en contra de las reglas establecidas por estos activistas. Pero el interés supremo de la niñez debe primar, y la censura e intimidación que imperan en este tema infringe en el derecho de la niñez a la determinación, a su expresión y a su integridad física.

Muchas gracias a las doctoras Moore y Brunskell-Evans por su tiempo y sus reflexiones. Nuestra próxima entrevista abordara la interacción entre el sexo biológico y las políticas de género.

Heather Brunskell-Evans.

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