Estos lugares ofrecen servicios de guías que orientan a los visitantes sobre el espacio y la biodiversidad que tienen
El Gran Santo Domingo (GSD) cuenta con espacios recreativos de inigualable belleza natural, que acogen a familias que optan por disfrutar de la frescura de esos lugares naturales los fines de semana, ya sea para ejercitarse o desarrollar cualquier disciplina deportiva e incluso cultural.
El Jardín Botánico Nacional Doctor Rafael Moscoso, y los Parques Mirador Norte, Mirador Sur y Mirador Este forman parte de ese ambiente natural y deportivo que disfrutan miles de dominicanos.
Estos parques son áreas de compartimiento y socialización familiar para la ciudadanía, donde pueden celebrar diversas actividades como cumpleaños, torneos, maratones, campañas y otros.
Los jardines botánicos eran espacios para cultivar plantas medicinales, hoy son instituciones que desarrollan los ejes de la investigación, la conservación, la educación ambiental y el esparcimiento.
En tanto que los parques tienen el concepto de un huerto amplio, donde hay una amplia representación de la flora y la fauna, y donde la gente va a disfrutar del contacto de la naturaleza.
Además, es un espacio de esparcimiento, que puede cumplir, en cierta parte, con la conservación del medio ambiente.
Jardín Botánico Nacional
Lo que antes era un campamento militar, hoy se ha convertido en un espacio para cuidar los recursos naturales, pues el verdor de sus plantas y árboles lo convierten en un atractivo turístico.
El Jardín Botánico Nacional Doctor Rafael Moscoso fue construido en el año 1972 e inaugurado y abierto al público en el año 1976.
El paisajismo de la flora autóctona y foránea lo convierten en un escenario ideal para fotos sociales, sobre todo en lugares como el Jardín Japonés, el Sendero Taíno, que llevan al visitante a trasladarse a ambientes históricos.
De acuerdo a Ricardo García, director del Jardín Botánico, durante el año reciben alrededor de 370 personas, aunque eso depende de las actividades masivas que se desarrollen en sus instalaciones.
El mejor provecho que se le puede sacar al Jardín es ir a aprender, a conocer, a educarse, y a cambiar la conducta con base en la enseñanza que la naturaleza ofrece. “Son muchos, porque si lo viéramos desde el punto de vista de conservar ese patrimonio invaluable, yo te diría que uno de los mejores provechos es investigar y compartir con la familia”, destacó García.
La educación ambiental es fundamental en un país como República Dominicana, de ahí que es preciso que para mantener la flora, el jardín ofrezca talleres, diplomado, charlas sobre educación ambiental, y cree conciencia sobre la protección de medio ambiente.
El Jardín cuenta con aproximadamente dos millones de metros cuadrados en área interna y la parte periférica.
Uno de los grandes esfuerzos que ha hecho el jardín es la seguridad. De ahí que es uno de los espacios más seguros, ya que tiene más de 40 hombres en seguridad civil, unidad del Ejército y de la Policía Nacional, y un sistema de cámaras.
El Jardín está abierto al público desde las 9:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, y tiene un club de caminante con una contribución de 1,500 pesos anual, que le permite la entrada al Jardín todos los días desde las 5:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche.
Mirador Sur
Restaurantes, el lago, pista de patinaje, gimnasio al aire libre, áreas para actividades de adultos y niños, y ejercitarse a través de sus diferentes áreas deportivas, son partes del dinamismo que brinda el Parque Mirador Sur, el cual inició sus trabajos en el año 1968 e inaugurado en el año 1970 junto a la avenida Mirador Sur, en el período del presidente Joaquín Balaguer.
Esta área era un potrero baldío, propiedad de Héctor Trujillo, hermano del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Sin embargo, con el crecimiento de la ciudad surgió la iniciativa de dotarla de un área verde.
Sin duda alguna que el Mirador Sur es uno de los parques más visitados y concurrido por miles de personas que se desplazan de los diferentes barrios capitalinos y de las provincias del país, para participar y disfrutar de las actividades recreativas y artísticas que ofrece.
Desde cualquier parte de los seis kilómetros que comprenden el Mirador, se refleja la belleza del mar Caribe que da espacio para la relajación.
Además, cuenta con el parque “La Canquiña”, un espacio preparado para que los niños también puedan recrearse.
En cuanto a la seguridad, el parque ha mejorado debido al esfuerzo realizado con instituciones que brindan una alta seguridad para quienes lo visitan.
Mirador Norte
Este parque se encuentra entre las avenidas Hermanas Mirabal y Jacobo Majluta, en el municipio Santo Domingo Norte. Fue inaugurado el 11 de julio del año 1996 y es uno de los espacios para esparcirse de manera saludable.
En este Parque Mirador se persigue conservar y preservar los recursos naturales, con el fin de ofrecer a los visitantes la oportunidad de integrarse en la misión de proteger el medio ambiente.
Para su director, Leandro González, las 10 mil personas que reciben al mes disfrutan de la biodiversidad y de momentos agradables, sanos y seguros, ya que cuentan con una buena seguridad.
El parque tiene seis puertas, y en las áreas que dan a cada una de ellas el visitante puede encontrar instalaciones deportivas, juegos infantiles, monumentos, restaurante, lago, quioscos, áreas para actividades religiosas y empresariales, y una representación de la época taína.
Con unos 10 kilómetros cuadrados y con una biodiversidad, este parque cuenta con varios espacios para que el visitante elija a su preferencia, como es el caso del lago artificial, los senderos, miradores, las áreas para deportes y juegos infantiles.
En los años 50, el espacio que hoy ocupa el parque era una hacienda agrícola y ganadera.
En el año 1992 el presidente Joaquín Balaguer emitió el decreto 312-92, en el que consignó el interés del Estado dominicano de dedicar los terrenos a la conservación de la biodiversidad. En el 1993 el presidente Balaguer encargó la construcción del parque al arquitecto Tomás Hernández Ramos, y el 11 de julio del 1996 abren el parque.
Mirador del Este
Este parque, que inició su construcción en el año 1974 e inaugurado el 15 de agosto del 1978 por el presidente Joaquín Balaguer, es el pulmón más importante de la zona oriental.
En el año 2003, para los XIV Juegos Panamericanos, el parque fue intervenido por el presidente Hipólito Mejía, y construyeron varias instalaciones deportivas. A partir de ahí el parque se ha convertido en un espacio ecodeportivo para un sano esparcimiento.
Antes de ser intervenido, en el Parque del Este existía un tren, una piscina y algunas áreas deportivas.
El parque está bajo la dirección del Ministerio de Deportes, quien se encarga de mantenerlo en condiciones para que los amantes del deporte y todo el que llegue a sus instalaciones pueda aprovechar sus recursos.
Por su condición de parque ecodeportivo cientos de deportistas llegan al lugar para practicar o desarrollar una de las disciplinas de su preferencia.
Entre las instalaciones deportivas que se encuentran en el parque están los pabellones de tenis de campo, tenis de mesa, balonmano, halterofilia, gimnasia, así como los campos de fútbol y tiro al arco y el estadio de hockey sobre el césped.
El parque, que mide seis kilómetros cuadrados, cuenta con un anfiteatro al aire libre donde realizan importantes actividades. Y lo más importante es que la entrada es gratis y tiene instalaciones de acceso al público libre de costo.
Para Alfonso Urtado, asistente del área administrativa, más de tres mil personas visitan el parque diariamente, en tanda matutina y vespertina.
El parque posee obras de arte en los 10 números
Uno de los detalles que posee el Parque Mirador Sur son los números que marcan no solo las escaleras de las avenidas Cayetano Germosén y de la Salud, sino que son grandes obras de arte de pintores dominicanos. El primero exhibe una de las obras de José Cestero y Marianela Jiménez; el segundo de Alberto Bass y Julio Susana; el tercero de José Ramón Rotellini y Bernardo Then; el cuarto de Guillo Pérez y Julián Amado; el quinto de Ángel Haché y Cristian Tiburcio; el sexto de Elsa Núñez y Marcos Lluberes; el séptimo de Aquiles Azar y Carmen de Pool; el octavo de Cándido Bidó y Francia Elizabeth García; el noveno de Soucy de Pellerano y Elvis Avilés y el diez de Tony Capellán y Rafael A. Sepúlveda.
