La recién retirada propuesta de Ley de Modernización Fiscal supone el segundo intento fallido de Luis Abinader por cargar con nuevos impuestos a la población dominicana. Ya en 2020 planteó gravar incluso el salario de navidad o regalía.
Pero las leyes y medidas que ha tenido que “echar para atrás” son muchas más.
La voluble acción de “regular” parece ser una constante en el actual gobernante dominicano -ya sea por sus dotes de empatía con el pueblo o lo que parecería ser poca tolerancia a la presión, sobre todo mediática-, el presidente Luis Abinader a dejado sobre la mesa o retrocedido en más de una decena de proyectos que generan rechazo popular.
Al comenzar su mandato en 2020, en medio de la pandemia del Covid, intentó someter una serie de impuestos “transitorios” qué afectarían el salario 13, exento de ley, y las compras por Internet.
Desde 2022 a 2024
En enero de 2022 quiso establecer un fideicomiso público para la gestión de la Central Termoeléctrica Punta Catalina y, tras denuncias de supuesta privatización, ordenó posponer la peopuesta.
En febrero de ese año otra controvertida medida se asomaba. La entrega de “carnets del Habitante Fronterizo” que fue rápidamente neutralizada por las autoridades.
En junio de ese mismo año, el Gobierno presentó el proyecto de ley contra la ciberdelincuencia o también denominada ley mordaza, que fue rechazado por sus amenazas a la libertad de expresión. En julio vino el ajuste de la tarifa eléctrica que, de acuerdo con el pacto eléctrico, se haría trimestral. Ante el descontento generalizado, el Gobierno decidió suspenderlo, pero fijarla al aumento que ya se había aplicado, es decir, que la tarifa de todos modos sería más costosa.
Ese mismo mes causó polémica una resolución del Ministerio de Administración Pública que restringía los nombramientos y aumentos de salario.
El 2022 finalizó con el proyecto de ley de Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas mediante el cual se buscaba regularizar a víctimas indocumentadas.
Más recientemente, este 2024, Abinader tuvo que someter a diálogo la ley que modifica las funciones de la Dirección Nacional de Inteligencia -DN – por atentar contra varios derechos fundamentales. Ahora, el presidente Luis Abinader se ve obligado a recular un paquete de medidas fiscales o tributarias que, por dos semanas, mantuvo caldeado los ánimos de los dominicanos con protestas y hasta cacerolazos.
