La Habana. El líder cubano y exmandatario, Raúl Castro, anunció que renuncia como máximo dirigente del Partido Comunista de Cuba (PCC).

“En lo que a mí se refiere concluye mi tarea como primer secretario al comité central del PCC con la satisfacción de haber cumplido y la confianza en el futuro de la patria”, dijo Castro durante un informe de apertura del VIII Congreso de la organización. “Con la meditada convicción de no aceptar propuesta para mantenerme en los órganos superiores de la organización partidista en cuyas filas continuaré militando como un combatiente revolucionario”, agregó.

La salida de Castro se hará efectiva el lunes, al cierre del congreso y cuando se elijan las nuevas autoridades partidarias.
Deplora la escalada hostil de EE. UU.

Castro denunció el incremento de la hostilidad de EE.UU. en los últimos años e insistió en la voluntad de su país de fomentar un diálogo respetuoso “sin concesiones inherentes a su soberanía e independencia”.

Castro, que durante su último mandato como presidente (2013-2018) impulsó el proceso de deshielo con el país vecino, deploró durante su intervención en la apertura del VIII Congreso del PCC el endurecimiento de las sanciones de Washington, incluso durante la pandemia del coronavirus.

Castro destacó la importancia de reforzar la economía del país en un momento marcado por la crisis y la escasez, durante su discurso en la jornada inaugural del VIII Congreso del partido único.

Castro aseguró que el “desarrollo de la economía nacional” es hoy, junto a “la lucha por la paz y la firmeza ideológica”, una de las “principales misiones” del PCC.

Las palabras del líder del PCC, de 89 años, fueron divulgadas por la emisora estatal Radio Reloj, ya que el cónclave se celebra a puerta cerrada y marcado por un fuerte hermetismo, sin acceso a prensa extranjera y sin transmisión televisiva en directo.

En su discurso, Castro también “instó a defender el incremento de la producción nacional, en especial de los alimentos, y a desterrar el dañino hábito de importar”, según Radio Reloj.

El dirigente agregó que “el país debe acostumbrarse a vivir con lo que tenemos y no pretender más de lo que seamos capaces de generar, en tanto las demandas insatisfechas de la población constituyan un incentivo para los productores nacionales”, según el medio estatal.

Las indicaciones económicas del general del Ejército llegan en medio de una ardua situación financiera en el país caribeño, que arrastra décadas de ineficiencias económicas agravadas por la actual tercera ola del coronavirus y el endurecido embargo de Estados Unidos.

Esto ha provocado un grave desabastecimiento de prácticamente todos los alimentos, artículos básicos y medicamentos, lo que se traduce en largas colas en todo el país para adquirir cualquier producto. En un intento de compensar el insostenible déficit en la balanza de pagos de Cuba, el Gobierno puso en marcha en enero la Tarea Ordenamiento, que supuso la dolarización de parte de los productos y servicios que se comercializan en el país y ha provocado una fuerte devaluación de la moneda local (peso cubano) en el mercado informal.

Del VIII Congreso del PCC, que se prolongará hasta el lunes en el Palacio de Convenciones al este de La Habana, también se espera un relevo generacional más amplio, con la retirada de la vieja guardia del partido único que daría paso a las nuevas generaciones nacidas después de la Revolución de 1959.

Dos intentos para asesinar a Fidel y Raúl

Washington. La Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, en inglés) planeó sin éxito dos complots para asesinar a los líderes cubanos Fidel y Raúl Castro en la década de 1960, según documentos desclasificados este viernes por el independiente Archivo de Seguridad Nacional. Con motivo de la instalación en Cuba del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que se espera que suponga la despedida política de Raúl Castro, se difundieron documentos sobre un complot para fingir un accidente en un vuelo entre Praga y La Habana y otro vinculado a la invasión de Bahía de Cochinos, de 1961.

Los documentos, en total seis y que incluyen memorandos y telegramas, dan cuenta de los arreglos hechos por funcionarios de la agencia de inteligencia, que incluyeron el ofrecimiento de un pago de “10.000 dólares o una cantidad razonable que supere esa cifra” para “incurrir en riesgos de organizar un accidente” aéreo. El encargado de la CIA en la isla en 1960, William J. Murray, discutió ese plan con el piloto cubano José Raúl Martínez, que trabajaba para Cubana Airlines, la compañía contratada para un vuelo chárter con rumbo a Praga en el que viajaba Raúl Castro y otros miembros del partido comunista.

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