La oposición de los maestros a regresar a las aulas en medio del rebrote de contagios de covid-19, empujó a los centros educativos a retomar la docencia virtual para no alterar el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

Sin embargo, para organizaciones no gubernamentales las clases a distancia no debieron ser una opción para no perjudicar el año lectivo, debido al gran número de familias que no tienen acceso a internet.

Según un estudio realizado por World Visión República Dominicana, el 83.4 por ciento de los hogares del país no cuenta con internet porque no posee los recursos económicos para pagarlo.

De acuerdo a la entidad, a nivel nacional no existe una infraestructura que permita la virtualidad, dado al alto porcentaje de inaccesibilidad a la world wide web, por la limitación de dispositivos, e incluso por la falta de energía eléctrica.

Igualmente, destaca que en casa la población estudiantil no puede captar los contenidos de forma correcta bajo la modalidad virtual.

Aunque en el retorno de los estudiantes a los salones de clases en el pasado mes de septiembre, las autoridades debieron recurrir a un proceso de nivelación para reforzar lo aprendido por la comunidad estudiantil mientras estuvo tomando docencia fuera de las escuelas, nuevamente los profesores se vieron obligados a utilizar programas digitales para no afectar el calendario escolar.

WhatsApp web, Zoom, Google Meet y Telegram, fueron algunas de las plataformas que estuvieron usando los docentes para mantener el contacto con sus estudiantes, mientras esperaban el llamado del sindicato que los agrupa para volver a los planteles educativos.

A través de los referidos medios, los maestros asignaban tareas y realizaban encuentros en vivo con los alumnos.

No obstante, para el profesor Juan Valdez, director del Observatorio Educativo Dominicano, a ese método no se le debió llamar educación virtual, sino instrucción a distancia.

Al conversar con este medio, el educador afirmó que en el país no existen las condiciones para impartir clases virtuales, por la poca conectividad que hay en el territorio.

Asimismo, subrayó que no hay evidencias de que se puedan obtener buenos resultados de aprendizaje con el uso de la referida metodología de clases.

“Se hizo un daño muy serio y eso se sumó al déficit tradicional de la educación dominicana”, expresó.

Desde el martes 11 de enero, los recintos educativos estuvieron abiertos pero sin la presencia de estudiantes, por el rechazo de la ADP a retornar a los salones de clases por la quinta ola de casos positivos de covid-19.

La posición de los maestros coincidió con la de la Sociedad Dominicana de Pediatría e Infectología, quienes también recomendaron al Ministerio de Educación (Minerd) posponer la vuelta a la presencialidad hasta que desciendan los indicadores del virus.

Pero la decisión del gremio magisterial, también fue refutada por otros actores de la sociedad, como la Federación Nacional de Asociaciones de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (Apmae), que objetó la huelga de los docentes por vulnerar la educación y la salud de los niños y adolescentes.

El pasado domingo, la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) se sumó a las organizaciones que pedían a los profesores volver a las aulas, para evitar daños económicos.

Educa dice escuelas son espacios seguros

Para Darwin Caraballo, presidente de la Acción Empresarial por la Educación (Educa), las escuelas son lugares seguros para brindar acogida a niños y adolescentes. En un comunicado, el titular de la entidad, puntualizó que el riesgo que corre la comunidad educativa dentro de los recintos, es menor al de cualquier otro espacio público, razón por la cual no hay que temer por la salud e integridad de los estudiantes y docentes en los centros educativos.

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