Con muros de New Jersey o barrera separadora de carriles fue cercado el espacio utilizado para estacionar patanas debajo del elevado de la avenida Luperón, donde conecta con la autopista 30 de Mayo.

Una brigada del ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones acondicionó el lugar que funcionó como una especie de garaje al aire libre de camiones de carga con contenedores y partes de esos vehículos. El espacio parecía insuficiente, ya que los camioneros optaron por aparcar temeraritamente en las aceras.
Pero el lugar es un área verde invadida por los camioneros y furgoneros, que también representaban un peligro para conductores de vehículos livianos y los motoristas.

El alcalde de Santo Domingo Oeste, José Andújar, había prometido la recuperación mediante el desalojo de los camiones, después de reiteradas denuncias de este diario, lo que además fue confirmado por la Dirección de Espacios Públicos de esa institución. El área verde había sido arrabalizada y lo que se plantea es que ahora sea reforestada para evitar la ocupación.
Del lado este del distribuidor de la Luperón, en la pista 30 de Mayo, persiste el abandono, ya que no ha sido abordado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional. Es el área conocida como Manresa.

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