La transformación urbanística de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, que conforman el sector Domingo Savio, se ha venido planificando desde hace 14 años. La solución más concreta al problema social y urbano quedó plasmada en el Plan Cigua, proyecto presentado en mayo de 2004, y que no llegó a materializarse.

Hoy día el engavetado estudio es una referencia importante para el proyecto “Nuevo Domingo Savio”, anunciado por el Gobierno en febrero del 2017, el cual tiene el reto de mejorar las condiciones de vida de 43 mil personas que viven en la citada barriada del Distrito Nacional, ubicada en un territorio marcado por la miseria y la ausencia de planificación.

Preocupado por el nivel de hacinamiento y la vulnerabilidad que desde hace décadas presenta el sector capitalino, un colectivo de organizaciones barriales se unieron y, con el apoyo del Estado, presentaron un conjunto de propuestas que apuntaron a elevar de modo integral el nivel de vida de los pobladores de La Ciénaga y Los Guandules, promoviendo el desarrollo de las condiciones materiales, nuevas formas de convivencia y mecanismos de gestión participativa.

Concretamente, el Plan Cigua, presentado por Ciudad Alternativa, y coordinado por el urbanista Andrés Navarro, hoy ministro de Educación, perseguía la transformación de las condiciones física-ambientales del citado asentamiento, mediante el saneamiento de la naturaleza, la instalación de infraestructuras y equipamientos necesarios para la dotación de servicios domiciliarios y colectivos y el mejoramiento habitacional.

El Plan también buscaba transformar las condiciones económicas de la población, con el mejoramiento de los ingresos y el aumento de la capacidad de consumo, a través de estrategias como la creación de un sistema de fortalecimiento de la economía del hogar, que contempla mecanismos para facilitar la inserción en el mercado de trabajo y el fomento de las actividades microempresariales.

Estudio contempla reubicación

En el tema de la vivienda la propuesta es la siguiente: disponer de diversas soluciones habitacionales que respondan a las necesidades de la población, considerando incluso la reubicación de familias fuera del asentamiento. “En todo caso, la familia deberá aportar parte del costo de la solución habitacional en una escala de subsidio diferenciado para cada nivel de ingreso”, agrega.

Los estudios de suelos realizados en dicho asentamiento, citados en el Plan Cigua, determinaron que aproximadamente el 50 % del área territorial posee suelos no aptos para edificaciones convencionales. En ese entonces, el proyecto de desarrollo urbanístico estimó que aproximadamente el 50 % de las familias debían ser reubicadas en el transcurso de ocho años de implementación del plan.

Específicamente señala que de las 9,778 edificaciones disponibles para la fecha en que fue levantado el estudio, unas 4,854 (49.64%) no podían permanecer en el lugar por las condiciones de suelo y por los niveles de riesgos existentes. El estudio plantea, además, que el uso de suelo habitacional será reubicado progresivamente de las zonas destinadas a la protección ambiental, como la ribera del río Ozama y las cuencas de cañadas o de aquellas que representen peligro potencial, como los farallones y las ubicadas bajo puentes. Apuntaba además al fomento de determinados usos de suelo en función de la vocación de cada área en las Unidades Territoriales de Desarrollo Progresivo mediante incentivos.

La comunidad sería su propia administradora

La participación es uno de los principios fundamentales del Plan Cigua, cuyo nombre se forma con las iniciales de los sectores La Ciénaga y Los Guandules. En ese sentido, el proyecto indica que los diversos equipamientos a establecer deberán estar coadministrados por corporaciones comunitarias de servicio, conformadas por organizaciones en relación con entidades estatales. De hecho, el propio plan es definido por su coordinador Andrés Navarro como una experiencia de participación popular.

Un sector con un sistema de transporte ejemplar

Respecto al tránsito, el Plan Cigua propone establecer un sistema de rotulación en vías y áreas colectivas que faciliten el adecuado funcionamiento y la localización de domicilios y sitios.
En cuanto al transporte, contempla completar las diversas modalidades del servicio, articulando el terrestre y el fluvial, para lograrlo sugiere un acuerdo con los grupos que controlan las rutas. Plantea, además, la construcción de áreas para estaciones de motoconcho, de guaguas y de atracaderos para pequeñas embarcaciones.

Posted in País

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas