El Vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista Pelegrin Castillo advirtió sobre el incremento de los riesgos de desestabilización insular y regional por los efectos económicos y sociales generados por la crisis sanitaria, que vendrían a agravar, además, las diferentes crisis políticas preexistentes, en un contexto de choque de grandes potencias en el gran Caribe y el mundo.
El exlegislador y exministro de Energía y Minas, expresó que esta coyuntura exige la mayor unidad nacional más allá de los partidos, claridad estratégica sobre la naturaleza de los conflictos en curso, al tiempo que censuro que sectores del partido de gobierno entiendan cínicamente que es una buena oportunidad de capitalizar la crisis en términos electorales.
“La brutal caída del empleo y la producción puede resultar en unos meses meses más grave que la misma crisis sanitaria y se constituirá en factor de mayor conflictividad política y social, tanto aquí como en Haití. De hecho, la crisis sanitaria en Haití-que ya era una zona de desastre sanitario- está por desarrollarse y sus repercusiones en Republica Dominicana serían terribles sino se contiene en la frontera y gestiona en Haití. ”, indicó Castillo.
Asimismo, consideró necesario establecer un programa de emergencia donde las prioridades sean mantener e incrementar la producción de alimentos y medicinas, así como de elementos de seguridad básica para que millones de dominicanos puedan integrarse a la producción sin poner en riesgo su vida y salud.
“ Aunque la crisis es global y a largo plazo las soluciones exigirán de gran coordinación internacional, está más que probado que las respuestas decisivas se dan dentro de cada Estado nacional y en los cuerpos intermedios de la sociedad y de cada familia como su estructura básica”, enfatizó Castillo.
Castillo reiteró el llamado al presidente Medina a que asuma plenamente su rol de Jefe de Estado y convoque a la unidad nacional: “debe desoír a los descerebrados que le aconsejan un manejo sectario y politiquero y así evite que la confrontación político electoral genere situaciones indeseables que precipiten el derrumbe de la democracia y de las instituciones, algo que seria una catástrofe peor que la pandemia”.
