Tras la consulta que realizará dentro de 13 días para definir de forma anticipada su candidatura presidencial para las elecciones del 2024, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) intentará relanzar su marca, diezmada significativamente, primero por la división del 2019, y luego por acontecimientos ocurridos después de los comicios del 2020.

En el mejor escenario para el PLD, a partir de ese momento, la organización entrará de inmediato en una fase de relanzamiento, pero eso va a depender de que la consulta salga bien, y que sus resultados sean aceptados por quienes no resulten agraciados.

Por el contrario, una objeción a los resultados de parte de alguno de los aspirantes, sobre todo si se trata de alguno de los más votados, probablemente sepulte definitivamente las posibilidades del partido morado de recuperarse en el corto plazo, y de participar con posibilidades de éxito en el próximo torneo electoral.

Día en que se realizará la apuesta del PLD

La apuesta del PLD es que el domingo 16 de octubre se conozca el nombre de quien encabezará la boleta morada en el 2024 y que esa misma noche, o a más tardar la mañana del día siguiente, los demás aspirantes ofrezcan su respaldo al ganador o a la ganadora, y anuncien su inmediata integración a la campaña.

Cualquier otro panorama distinto significaría una derrota para el PLD. El simple pataleo inicial de algún aspirante empañaría el proceso, y retrasaría un arranque que para los peledeístas es urgente.

Uno de los peores escenarios es que alguno de los participantes, disgustado por los resultados, se resista a integrarse al proselitismo de su partido, pero sin dudas el peor de todos los escenarios posibles es que alguno tome la decisión extrema de irse del partido.

Se sabe que Fuerza del Pueblo estará pendiente a cualquier situación como esa y tendrá las puertas abiertas para recibir a cualquier disgustado o disgustado.

Las expectativas del PLD quedan reflejadas en las declaraciones recientes de Carlos Amarante Baret. Según él, “al otro día de la consulta”, su partido aumentara más de 8 puntos. Aunque sea exagerada su proyección, es una muestra de que los morados ven el 16 de octubre como una oportunidad de relanzarse.


Señales de unidad

Hasta ahora, la unidad y la armonía han predominado en el PLD, y ni siquiera al entrar en la recta final del proceso organizativo de la consulta se han registrado choques entre los aspirantes.

De igual modo, son fluidas las relaciones entre aspirantes y organizadores del evento. Todos han aceptado las reglas del juego y hasta ahora no ha habido cuestionamiento alguno a la imparcialidad de los que están inmersos en el montaje del peculiar proceso.

Riesgos de proceso semiabierto

Uno de los aspectos que caracterizan este inusual certamen es que será semiabierto, porque tienen derecho a votar todos los que aparezcan en el padrón de la Junta Central Electoral, con excepción de los que estén inscritos en los otros partidos políticos. Evidentemente, que la intención es hacer un proceso lo más abierto posible, pero sin dar pie a que los rivales tengan incidencia en la selección del candidato o la candidata presidencial.

Ya el PRD tuvo una mala experiencia en el 2011 con un modelo parecido. Miguel Vargas no aceptó la victoria de Hipólito Mejía, alegando que hubo intromisión del PLD en las primarias.

En ese entonces, era normal que una persona se inscribiera, o la inscribieran, en más de un partido, práctica que supuestamente ha sido erradicada.

Tres favoritos en una competencia de seis

Este proceso es distinto a todos los anteriores. En el método tradicional de definición de la candidatura presidencial del PLD, el Comité Central elige a los precandidatos y los “baja” a las bases, que seleccionan al candidato.

En esta ocasión, el método a utilizar es una consulta ciudadana, que no es vinculante legalmente, pero sí “moralmente”, como dijo recientemente una de las aspirantes.

El 16 de octubre se elegirá a un precandidato o precandidata, y el compromiso es que toda la dirigencia cerrará filas en torno a esa figura, y posteriormente, cuando toque legalmente hacerlo, se validará su candidatura.

Los aspirantes, en orden alfabético por sus apellidos son Margarita Cedeño, Luis De León, Francisco Domínguez Brito, Maritza Hernández, Abel Martínez y Karen Ricardo.

El ex procurador Domínguez Brito, en su tercer intento por lograr la candidatura, lucía desde el principio como uno de los tres favoritos.

Completan la trilogía de los aspirantes con mayores posibilidades la ex vicepresidenta Cedeño, que está en su segundo intento, ya que fue precandidata en el 2012, y el actual alcalde de Santiago, que debuta como aspirante a la presidencia de la República.

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