República Dominicana se expone a generar desconfianza entre los inversionistas y a un incremento del “riesgo país”

La suspensión de las elecciones municipales del pasado domingo por parte de la Junta Central Electoral (JCE) y el fracaso que eso supone podría acarrearle a la economía local serias consecuencias, expresadas en un clima de desconfianza entre los inversionistas nacionales y extranjeros, un posible movimiento en la tasa de cambio o un aumento significativo del riesgo país, en caso de que la situación deviniera en una crisis política.

Pero más allá de lo que viene, hay un serio golpe económico que ya República Dominicana sintió y sufrió. Por ejemplo, hay una cantidad de recursos –públicos y de los partidos- que se destinaron para la organización y participación de los partidos políticos el día de las elecciones (el 16 de febrero). Eso implicó gastos previos y el propio día del certamen electoral. Esos recursos sencillamente se perdieron; se gastaron, generando demanda de bienes y servicios, pero eso no generó resultados y habrá de buscar dinero nueva vez para la realización del próximo 15 de marzo, nueva fecha que ayer dispuso el órgano comicial.
Una parte de eso será nuevamente dinero de las arcas del Estado.
Eso incluye la movilidad y logística, materiales de votación, como la impresión de boletas, y otros aspectos a considerar. Los partidos habrán de disponer de más dinero para mover a sus delegados, incluso, a sus votantes, considerando que en gran medida hay gente que va a los centros movida por lo que le darán.

“El Gobierno tendrá que buscar dinero para darle a la Junta Central y eso probablemente empuje a un aumento del déficit fiscal con respecto a lo programado para el año 2020”, advierte el economista y catedrático universitario Pavel Isa Contreras, en el abordaje del tema.

Ese déficit al que hace referencia estaba programado que fuese 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB). “Nunca lo cumplen, pero asumamos que este año lo van a cumplir… entonces podría aumentar a 2.6% ó 2.7% del PIB, en parte como resultado de este aumento del gasto para el día de las elecciones”, plantea Isa Contreras.

La causa de la suspensión de las elecciones municipales, según informó al país el presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, fue un problema masivo en el sistema de voto automatizado que usaría el 60% de la población votante – concentrada en 18 municipios de República Dominicana- para escoger a los representantes de los gobiernos municipales. Estaba previsto que el restante de la población votara con las tradicionales boletas de papel. Pero que se hayan suspendido esas votaciones no es un asunto tan simple, si más allá de las implicaciones políticas y de lo afectada que queda la imagen del país a nivel internacional, se le analiza desde el punto de vista de la aritmética pura.

Solo el montaje del certamen electoral conllevó un gasto superior a los RD$3,000 millones y en los equipos del voto automatizado la inversión fue de casi 20 millones de dólares (alrededor de RD$1,068 millones, calculando al cambio actual de 53.40 pesos por un dólar), sumado a 39 millones de dólares (alrededor de RD$2,082.6 millones) invertidos en equipos en el 2016.

El resultado final ha sido el descrédito del resultado electoral.
La suspensión del domingo, desde el punto de vista del doctor Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), repercutirá negativamente en la dinámica económica de este 2020, y –adicionalmente- dada la actual situación creada a partir de la no realización, ralentizaría el crecimiento económico, creará un clima de desconfianza e incertidumbre en los negocios, conduciría a una posposición de inversiones en sectores claves de la economía y hará más volátil el tipo de cambio, es decir, la cotización del dólar estadounidense frente al peso.

El vicedecano de Economía de la UASD advierte que para el Banco Central de República Dominicana (BCRD) será más difícil mantener el tipo de cambio a 53×1 en promedio, como lo ha proyectado en el presupuesto de 2020. “La tasa de depreciación del tipo de cambio podría superar el 5.2% del año 2019”, plantea.

Los cálculos del profesor Ciriaco Cruz sugieren que posiblemente el dólar en los próximos días comenzará a apreciarse más de lo previsto, presionando las reservas netas en esa moneda del Banco Central. “De mantenerse la incertidumbre político-electoral, la economía podría terminar este año 2020 con un crecimiento de alrededor de 4.5%, por debajo del crecimiento potencial de la economía, que es del 5.0%, y un tipo de cambio de 56 ×1”, sostuvo.

Plantea que en esta coyuntura es urgente que se llegue a un acuerdo político para evitar que esta situación electoral se prolongue y siga afectando la economía dominicana en lo que resta del año, considerando que en mayo hay otro proceso electoral mucho más complejo.

El economista Pavel Isa Contreras en el abordaje del tema expone que existen dos dimensiones y la más importante de ellas tiene que ver con el tema de la incertidumbre y las debilidades institucionales que revela la decisión de suspender las elecciones.
“Yo pienso que la suspensión puede tener una de dos consecuencias; hay dos escenarios: Una, que la crisis electoral logre ser contenida y no se transforme en una crisis política. Eso habrá de pasar antes por un acuerdo entre los partidos políticos y la Junta Central Electoral, para organizar las elecciones nuevamente dentro de los plazos establecidos por ley y dentro de marco institucional. Y también pudiera pensarse en un ajuste del marco institucional, del marco legal, para llevar a cabo las elecciones. Ese es un escenario y en ese caso no habría consecuencias macroeconómicas mayores”, explica Isa Contreras.

El otro escenario o posibilidad planteada por el economista y profesor investigador del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) es que eso no se logre adecuadamente y la crisis electoral devengue en una crisis política. Si eso ocurriera supondría un aumento significativo del riesgo país y un aumento de la incertidumbre, lo que tendría implicaciones por lo menos en dos ámbitos: La inversión extranjera y los flujos de divisas. “La inversión extranjera y la nacional podrían contenerse y decisiones de inversión se pospondrían para otro momento y eso afectaría la inversión en general y los flujos de divisas”, agrega.

Cuando situaciones como las actuales provocan que las inversiones se aguanten, eso puede traducirse a la vez en un menor crecimiento económico. Pudo verse, por ejemplo, en el segundo semestre de 2019, cuando la incertidumbre política local se tradujo en una desaceleración del crecimiento económico.

Un tercer elemento que enarbola Pavel Isa Contreras es que como el riesgo país aumenta, las tasas de interés a las que República Dominicana accedería a los créditos internacionales subirían.

En fin, la conclusión general tanto de Ciriaco Cruz como de Pavel Isa, consultados por separado, es que la desconfianza y la incertidumbre afectarían a un conjunto de variables macroeconómicas y el tipo de cambio podría verse tocado frente al riesgo. “Podría haber actores que decidan dolarizar sus activos financieros y eso pondría presión adicional sobre la tasa de cambio”, dice el catedrático investigador del INTEC. El lado fiscal es el que menos le preocupa a Pavel Isa, aunque no deja de ser un elemento importante en el análisis.

Los partidos manejan millonadas

En la distribución de la contribución económica que la JCE realizó en enero de este año para los partidos políticos, tomando en cuenta los votos obtenidos por éstos en el nivel presidencial en los comicios de 2016, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Revolucionario Moderno (PRM) el Revolucionario Dominicano (PRD) y el Reformista Social Cristiano (PRSC), fueron nueva vez los que obtuvieron la mayor parte.

La contribución económica de 2020 ascendió a RD$3,013,903,594.00 y el Pleno de la JCE distribuyó el 80% a los partidos políticos que obtuvieron más del 5% de los votos válidos emitidos en los últimos comicios (nivel presidencial) y en consecuencia los cuatro partidos mencionados recibieron cada uno 602 millones 780 mil 718.80 pesos, a ser distribuidos en cuatro partidas de 150 millones 695 mil 179.70 pesos por mes.

Quieren que se cambie el personal de informática

La matrícula empresarial agrupada en la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), lamentó “profundamente” ayer las circunstancias que provocaron la sorpresiva anulación de las elecciones municipales y consideró que si el proceso actual no se maneja adecuadamente durante la cadena de eventos, podría agravarse la desconfianza ya generada en la ciudadanía, y acentuarse el resquebrajamiento. “Es imprescindible emprender una investigación profunda para establecer razones y responsabilidades por la suspensión del proceso; que sea supervisada por organismos de prestigio internacional”, planteó la organización. Y agregó: “Estamos contestes con la determinación del Pleno de la Junta, pero entendemos que lo relevante ahora es emprender un cambio total en el sistema y en el personal de informática supervisado por instancias acreditadas, en aras de rescatar la credibilidad en el sistema”, dijo la ANEIH.

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