Santiago. El quinto día de protesta que encabeza el pastor Pablo Ureña, encadenado para demandar el equipamiento del hospital infantil Arturo Grullón, recibió el respaldo de dirigentes comunitarios y gremios de enfermería.Sin embargo, el religioso tuvo que suspender provisionalmente la manifestación, debido a que presentó problemas de salud que lo llevaron a ingresar a una clínica de Santiago.
El predicador fue sacado de emergencia a un centro de salud privado, debido a que presentó deterioro en su estado de salud. Pablo Ureña estaba en su quinto día de encadenamiento, en la verja del centro de salud regional, donde se ubicó el lunes 29 de mayo, para llamar la atención de las autoridades.
A su llegada al médico el predicador fue sometido a una revisión cardiovascular y varios estudios para determinar su situación y sobre todo si podría continuar la protesta.
Ureña, quien es también activista de la Marcha Verde y otras causas sociales, fue trasladado al centro médico privado, pasadas las 10:00 de la mañana de este viernes, luego de que decenas de personas asistieran al recinto donde estaba encadenado para darle su apoyo.
A la lucha del dirigente comunitario se sumaron otros sectores de la lucha social, que apoyan los reclamos de un tomógrafo, la rehabilitación de los quirófanos y otras facilidades para el hospital de cuidado infantil. El religioso protesta para exigir un tomógrafo y la rehabilitación de seis quirófanos, en el Hospital Infantil Arturo Grullón.
Entre los grupos que se han sumado a la lucha de Pablo Ureña están los gremios de enfermería de los hospitales de Santiago, activistas de la Marcha Verde y otros movimientos populares.
Aunque el encadenamiento del pastor por la mejoría del hospital de niños llevaba cinco días, el activista social no ha recibido a ningún representante de las autoridades del Ministerio de Salud Pública, razón por la cual el manifestante proclamó que a los funcionarios del país, no les duele el pueblo.
