Santiago. A 17 años de la muerte de la estudiante de medicina Vanessa Ramírez Faña a manos de atracadores, su familia ve cómo cada día tienen que remover los recuerdos debido a los constantes intentos por parte de los asesinos de buscar la libertad condicional.
La ginecóloga Rosaida Faña, madre de Vanessa, dice que cada vez que acude a un tribunal para escuchar los argumentos de los homicidas que buscan salir de prisión, considera más impostergable que en el país se apruebe la ley de defensa y protección a víctimas y testigos para detener ese alto nivel de impunidad de los que violan la ley.
El crimen de la joven estudiante de medicina, que contaba con 18 años de edad a la hora de su muerte, ocurrió el día nueve de junio del 2006. Este hecho removió los cimientos de la sociedad santiaguense, que esa vez incluyó a la clase alta que marchó en reclamo de mayor seguridad ciudadana.
Rosaida Faña cuestiona que mientras la familia de la víctima debe pagar hasta 40 mil pesos a un abogado por cada audiencia, los delincuentes reciben atenciones legales gratuitas por parte de la Defensoría Pública.
Tragedia familiar
Por el crimen de la estudiante de medicina guardan prisión Amaury Germán Tavárez Peralta, Ricardo Alejandro Reyes Martínez, condenados a 20 años y Ángelo Iván Herrara, con la pena máxima de 30 por ser quien hizo los disparos. Francis de Jesús García, fue condenado a cinco años de cárcel y hace un tiempo que salió en libertad.
A los acusados se les ocupó el celular marca Nokia, serial 03313598463, con el número 809-315-4358, propiedad de la víctima. De los tres que continúan en prisión, dos han intentado salir de la cárcel en al menos nueve ocasiones mediante el recurso de libertad condicional por cumplir más de la mitad de la condena.
“Esto remueve recuerdos muy dolorosos para mí, mi esposo y toda la familia. Al día de hoy mi hija tendría 35 años ya se hubiera graduado de médico y especialista”, expresa la doctora Faña.
En la mañana del martes se dio una nueva presentación en el tribunal de La Vega por la solicitud de libertad condicional de uno de los implicados en el caso de su hija. Luego de los primeros 10 años corresponde por ley el derecho de los imputados de varias veces al año solicitar libertad condicional.
“A pesar de que no lo ha conseguido hemos tenido que comparecer cada vez que lo hace y volver a repetir los hechos prácticamente cada tres a cuatro meses”, apunta.
Considera que es doloroso acudir a los tribunales
La profesional de la medicina califica como un día doloroso y de mucha angustia, cada vez que deben salir de sus trabajos y rutina diaria.
“Hay que imaginarse una familia sin recursos cómo podría lograr que los crímenes tengan consecuencia de manera que lo habitual es que los imputados salgan en corto tiempo y en la mayoría de los casos recaen en la delincuencia y cada vez con acciones más severas para la sociedad”, indica.
