Puerto Plata. Un grupo de jóvenes profesionales de la salud recorre varios kilómetros de distancia para acudir a vacunar personas contra el virus covid-19 en comunidades apartadas ubicadas en la cordillera Septentrional.
Del equipo de jóvenes, Katibel Monegro Canó, narró que debe desplazarse y muchas veces caminar senderos escarpados y hasta remangarse los pantalones para cruzar ríos en zonas montañosas y luego tomar la montura de un caballo o una mula para poder inocular a personas contra el coronavirus.
Los jóvenes galenos se desplazan con cierta frecuencia hasta las localidades de Pescado Bobo Arriba y El Naranjal, ubicadas en la cordillera Septentrional entre los poblados de Altamira e Imbert, dos de los municipios pertenecientes a la provincia Puerto Plata. Muchas veces deben recorrer varios kilómetros cargando una nevera que contiene las vacunas.
Desde que se inició la jornada de vacunación contra la covid, las autoridades sanitarias dispusieron acudir a las comunidades más recónditas de Puerto Plata para inmunizar a decenas de ciudadanos que residen en esos predios. Ante el gesto de solidaridad, el Servicio Nacional de Salud (SNS) ha resaltado la iniciativa y labor positiva y destaca la entrega de los jóvenes galenos.
Mediante un mensaje, agradeció el “contar con almas nobles y entregadas, siempre dispuestas a servir a su patria”. La mayor dificultad para llegar a las citadas comunidades ocurre en tiempos de lluvia, debido a que con la crecida de los ríos los residentes en esas zonas quedan incomunicados.
En abril elCaribe publicó la historia del médico Alberto Maracallo, de 27 años, quien debe desplazarse en una mula hasta comunidades apartadas de la provincia Valverde para aplicar la dosis de vacuna para el covid 19. Maracallo, egresado de la carrera de medicina de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), es nativo del distrito municipal Jicomé y ejerce en la Regional de Salud Cibao Occidental R7.
