Santiago. Los restos de Samuel Ulloa, la víctima número 11 de la fuga en la envasadora Coopegas, fueron sepultados la mañana del domingo en medio de reclamo de justicia por parte de los familiares.
Ulloa, de 19 años de edad, permaneció durante 11 días en condiciones críticas, afectado con quemaduras en un 90 por ciento del cuerpo e ingresado en el hospital José María Cabral y Báez.
Sus complicaciones impidieron que supiera que días antes falleció su esposa Grissel Santos Padilla, de 15 años; su hijo Braylin Ulloa, de diez meses de nacido, sus suegros Juan Francisco Santos, Gisele Padilla, y su cuñada Cismeli Padilla, de 11.
Ulloa fue sepultado en el cementerio del distrito municipal Las Palomas.
Ante la promesa de Coopegas, que mediante un comunicado dijo no reabrirá la envasadora ubicada en la carretera La Peña, que comunica a Licey con Tamboril, los familiares de las víctima, piden que el caso sea llevado hasta las últimas consecuencias.
