Los lunares son nódulos de color piel a color marrón, compuestos por nidos de melanocitos (son células especializadas en la producción de melanina, el principal pigmento responsable de la coloración de la piel). Estos se desarrollan en casi todas las personas en los primeros años de vida y en la adultez.

Así lo indicó la galena María Cristina Infante Carbonell en su investigación “Melanoma cutáneo: algunas consideraciones actuales”, escrita en el 2019 y en la cual explicó que la mayoría de los adultos presentan de 10 a 40 lunares comunes.

“Estos tumores, usualmente, se encuentran arriba de la cintura en zonas expuestas al sol. Rara vez se encuentran en el cuero cabelludo, en los senos o en los glúteos. Los lunares siguen formándose en la mayoría de las personas hasta cerca de los 40 años de edad. En las personas de mayor edad, los lunares comunes tienden a desaparecer”, destacó.

En el documento, la especialista informa que, usualmente, un lunar común tiene menos de 5 milímetros de ancho, de forma redonda u ovalada, con una superficie lisa y un borde definido.

Los cambios que alertan situaciones fuera de lo normal son los cambios de color, señales de secada o si la piel se vuelve escamosa, comezón y  sagrado.

¿Qué es el melanoma?

El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos explica que estas señales pueden ser provocadas por un cáncer de piel denominado melanoma, este potencialmente peligroso porque puede invadir los tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo, como a los pulmones, al hígado, a los huesos o al cerebro. En cuanto más pronto se detecta y se extirpa el melanoma, mayor será la probabilidad de que el tratamiento tendrá éxito.

De acuerdo con el informe de la Organización Mundial de la Salud, ocurren cerca de 48 000 muertes anuales relacionadas con el melanoma, el que produce 75 % de los fallecimientos por cáncer de piel. Este importante incremento se relaciona, no a una mayor detección de casos, sino a un aumento verdadero debido a factores como el acrecentamiento de la longevidad, la invasividad de agentes medioambientales en la piel y los modernos estilos de vida con nuevos modelos de belleza que someten la piel a la exposición solar exagerada para su bronceado. Se manifiesta preferentemente en personas de piel clara con mayor sensibilidad al sol, pero puede ocurrir en cualquier otro grupo étnico.

El único tratamiento efectivo es la resección quirúrgica del tumor primario antes de que alcance un grosor mayor de 1 mm.

La experta resalta que la mayoría de los melanocitos están en la piel, y el melanoma puede ocurrir en cualquier superficie cutánea. Puede resultar de un lunar común o de un nevo displásico, y puede formarse también en una zona de piel que aparenta ser normal. Además, el melanoma puede presentarse en el ojo, en el aparato digestivo y en otras regiones del cuerpo.

“Cuando el melanoma se presenta en los hombres, con frecuencia se encuentra en la cabeza, en el cuello o en la espalda. Cuando el melanoma se presenta en las mujeres, con frecuencia se encuentra en la espalda o en la parte inferior de las piernas”. Puntualiza.

¿Cambios importantes?

Generalmente, el primer signo de melanoma es un cambio en la forma, en el color, en el tamaño o cómo se siente un lunar existente. El melanoma puede aparecer también como una nueva zona coloreada de la piel.

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