Últimamente existe una popular frase que dice que lo saludable requiere de esfuerzo, sacrificios y hasta renunciar al placer del buen paladar. Pero para muchos, dormir se escapa de esos tres verbos. ¿A quién no le gusta dormir?
Sin embargo, por la manera rápida en que vivimos y como el ser humano en la actualidad realiza varias tareas de manera simultánea, dormir se convierte en el último recurso con tal de ahorrar tiempo.
Por eso, el Día Mundial del Sueño es una iniciativa de la Organización Mundial de la Medicina del Sueño, para concienciar a la población sobre la importancia de dormir bien para poder vivir mejor.
Además de cerrar los ojos y descansar la mente, ocurren muchas cosas mientras dormimos. Una de ellas es la producción de hormonas y proteínas vitales. Por el contrario, dormir poco o mal altera muchos procesos del organismo. Varias investigaciones demuestran que las personas necesitan de 7 a 8 horas de sueño para el buen funcionamiento de la mente.
Los efectos de la falta de sueño pueden incidir sobre la memoria, el aprendizaje, la creatividad, productividad y estabilidad emocional, así como la salud física. Entonces, ¿de qué sirve saltarse las horas de sueño si son imprescindibles para trabajar mejor?
