GUATEMALA (AP) — El niño Michael Acaban, de 2 años, ha pasado a formar parte de los cientos de guatemaltecos que son víctimas de balas perdidas en este país centroamericano. Está grave en un hospital desde el miércoles cuando resultó herido al estar cerca de un tiroteo en una calle capitalina.
“El año pasado en Guatemala murieron 444 personas por balas perdidas, según datos de la Policía Nacional Civil sin que se haya responsabilizado a nadie”, dijo la activista Helen Mack ante líderes locales centroamericanos que asiste al foro regional sobre el Fortalecimiento de Liderazgo Local, auspiciado por la Fundaciones Seattle Internacional y Summit.
Mack instó a los participantes a fortalecer estos liderazgos para encontrar soluciones a la violencia que viven los países centroamericanos y para fortalecer el desarrollo nacional.
Michael caminaba con su madre en una calle de un municipio de la capital, cuando desconocidos atacaron a un hombre. Verania López, vocera del Hospital Roosevelth donde está recluido el menor dijo el jueves a periodista que la condición del niño es grave pero estable.
“Fue intervenido quirúrgicamente luego de la operación que duró varias horas, los médicos indicaron que presentaba lesión en la yugular interna y parótida, hasta el momento está apoyado por ventilación artificial” dijo López.
Mack dijo a la AP que no existe una división de registros en cuanto a niños, mujeres u hombres muertos, pero que la cifra “sin duda es una muestra de la gravedad de la violencia y las armas en el país”.
En su Primer Informe de Gobierno en enero de este año, el presidente Otto Pérez Molina resaltó una reducción en la tasa de homicidios de 45 a 34 por cada 100 mil habitantes.
Pérez Molina dijo entonces que el 2012 terminó con 5.174 muertes respecto a los 5.681 del año anterior.
Según el Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible, Iepades, de los 34 homicidios por cada 100 mil habitantes, registrados en 2012 por lo menos 28 de esas muertes ocurren con arma de fuego.
Carmen Rosa de León, directora de Iepades asegura que la región norte y oriente del país es la que más refleja violencia con armas.
“Guatemala es el quinto país más violento del mundo por violencia armada, las armas son con lo que más se mata cada vez más las armas son las causas de muerte de los guatemaltecos” dijo De León.