En el país cuatro millones de dominicanos tienen un pasaporte ¡Pero ojo! El hecho de que esa cantidad de personas -traducida al 40% de la población y el 60% de los adultos- cuente con este documento, no quiere decir que todos ellos alguna vez hayan viajado. ¿Y esto por qué? Porque aquí, “culturalmente” hablando, tener un pasaporte le da al dominicano estatus.
Así lo plantea la directora General de Pasaportes, Iris Guaba. “En República Dominicana hay un fenómeno cultural con la tenencia de pasaporte… Los dominicanos, aunque nunca hayan viajado y ni siquiera tengan expectativa de viajar, sacan su pasaporte, y cuando se le vence, lo vuelven a sacar”, señala la funcionaria.
La Dirección General de Pasaportes (DGP) ha concluido a través de cuestionamientos e investigaciones que es un asunto de estatus tener un pasaporte. A manera de ejemplo, Guaba recuerda una anécdota con una joven que trabajaba como doméstica en una casa y que se le acercó diciéndole que su pasaporte se le había extraviado tres veces y que quería volverlo a renovar. “Le pregunté a Altagracia si iba a viajar y para qué lo quería sacar. Ella me respondió ‘ah, pero usted no sabe si la doña me lleve de viaje’”, recuerda que le respondió la joven.
Por eso, esta entidad dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores tiene una demanda anual de más de 300 mil documentos. En el año pasado se emitieron 362 mil pasaportes y este año, la institución espera superar la cifra de los 400 mil.
Cada pasaporte cuesta RD$1,650 y si paga por servicio VIP –se entrega el documento el mismo día- el valor aumenta a los RD$2,650. La entidad calcula que recauda para el Gobierno entre 700 y 800 millones de pesos anuales. “En Pasaportes no cobramos. Es el Banco de Reservas quien cobra los impuestos, nosotros emitimos pasaportes. Entonces nos asigna un presupuesto que nunca es suficiente”, señala la directora de la institución.
“Le tienen miedo a nuestro pasaporte”
Si recuerda a un inspector de aeropuerto que se tardó más de la cuenta “manoseando” su pasaporte dominicano. Si su maleta fue verificada porque sí o sintió un trato distinto luego de enseñar ese documento, usted no ha sido la única persona. Y muchas de esas vivencias incómodas que tiene el dominicano cuando viaja puede encontrar justificación en una frase: “Le tienen miedo a nuestro pasaporte”. La afirmación la hace la directora general de Pasaportes, y quien también recuerda experiencias de este tipo, incluso estando al mando de la institución.
“El 25 diciembre del 2012 siendo ya directora de Pasaportes me rompieron mi pasaporte, de tanto que me lo revisaron. Esa fue una anécdota única. Me metieron al ‘cuartico’ a investigarme por el pasaporte. Yo me quedé callada, pensé lo menos que voy a decir es que soy directora de Pasaportes”.
Lo peor de todo, cuenta Guaba, es que ya de regreso le advierte una inspectora que no podrá volver a viajar con ese documento roto. “Le respondí que desde que llegara al país lo iba a renovar y ella me comentó ‘métale 500 pesos para que se lo den rápido’. Lo único que hice fue agarrarla por el brazo y decirle ‘eso no es así’”.
Guaba ha visto tantos tipos de fraudes en la emisión de este documento que termina por concluir que ya se necesita de “creatividad”, en la institución para poder detectarlos. Y comprensiblemente, sus mayores esfuerzos desde que llegó a la Dirección General de Pasaportes en agosto del 2012 han estado dirigidos para cambiar la imagen del documento.
Transformar la reputación
“Estamos aumentando las medidas de seguridad (del pasaporte) aunque estamos claros en una cosa: La mayor medida de seguridad es el chip electrónico”, reconoce Guaba. El pasaporte electrónico guarda las huellas, la cara y la firma de la persona y certifica que aunque se extraiga la página de datos, se detectará quién es su dueño.
“Para nosotros el pasaporte electrónico sería un estatus y estamos cerca de llegar a ese punto. Es un asunto de cientos y pico de millones de pesos que nos hace falta”, dice algo sarcástica.“Tengo fe en que lo vamos a lograr de aquí al 16 de agosto del 2016. Creemos que eso será un gran logro para República Dominicana y sobre todo para nuestros ciudadanos, que podrán transitar con mayor facilidad y evitar que en los aeropuertos no sean tan revisados, tan cuestionados”, cuenta. Guaba fue entrevistada en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe. Allí conversó con el director de elCaribe, Osvaldo Santana; el subdirector, Héctor Linares, y el jefe de Redacción de apertura, Héctor Marte Pérez.
La DGP ha enfocado parte de sus energías en no solo garantizar la seguridad del documento de viaje, sino detectar la autenticidad de las actas de nacimiento y las cédulas de identidad, que son los dos documentos que dan origen al pasaporte. ¿Cómo lo hace? La entidad tiene acceso a la base de datos de la Junta Central Electoral y con ello puede verificar esos dos documentos. “Con este acuerdo detectamos grandes debilidades como fraudes de doble identidad o de personas con apellidos que no les correspondían”, destaca Guaba, quien estuvo acompañada de la subdirectora, Gina Puello, Susana Cuevas, encargada del Departamento Jurídico, y el asesor Carlos Mesa Cartagena.
Una de las normativas de la institución le da potestad y, de hecho, obliga que la decisión de emitir un documento de viaje salga de la sede central de la DGP, ubicada en el Centro de los Héroes del Distrito Nacional. Esto implica que la verificación de las actas de nacimiento y las cédulas y la autorización de los pasaportes deben ser realizados desde la capital. De esta forma, afirma su directora, la DGP tiene más control de los documentos que entrega, ya sea en los 16 consulados a nivel internacional o las 12 oficinas distribuidas en el país.
De diseñadora a funcionaria
La reputación de Iris Guaba no es precisamente de ser experta en materia de pasaportes. Con alrededor de 25 años de presencia en la industria de la moda, no es extraño que se le conozca por sus diseños y la gente, cuando fue nombrada en esta institución, se preguntara cómo se desempeñaría. “Yo misma me pregunté qué haría en Pasaportes… Comencé a estudiar los fines de semana lo concerniente al tema hasta que me empapé de lo que es Pasaportes, le fui cogiendo cariño, me fui empoderando y ya estoy que de verdad me siento una experta”. El resultado ahí lo explica: “Me ha alegrado dar ese cambio y sobre todo obtener los resultados que he obtenido en contra de los pronósticos de mis detractores que dijeron ‘oigan eso, una diseñadora lo que va a diseñar es pasaportes’”.
La creatividad hace frente a los fraudes
“Hay que estar dentro para entender la probabilidad de los fraude”, dice Guaba y concluye que gracias a lo que ha visto una vez dentro de la institución es que puede entender por qué los inspectores de aeropuertos le tienen tanto miedo al documento dominicano. Aquí, popularmente se conoce como un “machete”, a un pasaporte que ha sido adulterado de la siguiente forma: se le quita la página de los datos y se le inserta otra. En otros tiempos, incluso se renovaba ese documento falso. “Tenemos que manejarnos con creatividad, porque el fraude de hoy no será el fraude de mañana”, destaca. Así también se reviven muertos y se duplican identidades. “Nos encontramos un caso de un haitiano que no hablaba nada de español y que se llamaba Juan Melo Ortiz, de Baní. Y él fue a sacar su pasaporte con sus documentos y su cédula”, cuenta. A raíz d este caso se comenzó una investigación que concluyó en que las cédulas cuyos seriales inician con el 402 y 227 son más propensas a ser fraudulentas. También destacó que dentro de los extranjeros naturalizados que van a solicitar su documento, la Dirección General de Pasaportes tiene un especial cuidado con los chinos, ya que suelen incurrir en prácticas ilegales con el fin de obtener su documento de viaje.
La reforma migratoria aún no toca la entidad
Iris Guaba explica que todavía la dirección que dirige no ha sido impactada por la reforma migratoria puesta en marcha el año pasado, a raíz de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional que dio origen al Plan de Regularización y la Ley de Naturalización. Guaba señala que su responsabilidad solo recaerá en la entrega de pasaportes a los hijos de extranjeros que resulten nacionalizados a través de la ley, cuya cantidad asciende a las 55 mil personas. “Calculamos que en unos cinco meses sí podemos ser impactados porque esas personas naturalizadas irán a la Dirección de Pasaportes a sacar su documento de viaje”. Guaba explicó que entre 50 o 60 naturalizados acuden anualmente a solicitar esta documentación y la mayoría proviene de Haití, China y Cuba.
Naturalización
La mayoría de los naturalizados que llegan a adquirir su pasaporte son haitianos y después siguen los chinos y cubanos”
Seguridad
Es un asunto de ciento y pico de millones de pesos para que los dominicanos contemos con pasaporte electrónico”.
