Santiago. La escuela Delio Reyes, de la comunidad La Ciénaga, que acoge a 800 estudiantes, tuvo que ser abandonada por tiempo indefinido, a causa del deterioro de su infraestructura.
Mientras, en el centro educativo Enrique Chamberlain de Los Cocos de Jacagua, a escasa distancia, los maestros protestaron colocándose cintas negras en señal de luto, para reclamar el pago de sueldos.
En la rancheta levantada en la parte trasera de la escuela Delio Reyes, fueron arrumbadas parte de las butacas, pizarras y hasta los escritorios que utilizaban los maestros y el personal de la oficinas.
Fernando Bautista, residente en la zona y quien tenía inscrito uno de sus nietos en dicho centro, cuestionó la dejadez de las autoridades por, según dicen, dejar destruir todo el inmueble, que solo necesita de reparación.
Problemas. Algunos de los alumnos del plantel que funcionaba como liceo tuvieron que ser llevados a la escuela Vitalina Gallardo de Abinader. Allí, la llegada de los alumnos de la Delio Reyes provocó sobrepoblación en las aulas. En Los Cocos, los maestros dicen que llevan dos años sin recibir el pago.
La situación trasciende estas comunidades de la zona norte de Santiago. En Moca, la situación es más crítica, pues todavía no han podido iniciar el año escolar. Los maestros dicen que no impartirán docencia hasta tanto sea resuelto el seguro médico, debido a que las clínicas de esa comunidad les niegan los servicios.
La tanda extendida
En el Instituto Politécnico Salesiano (Ipisa) los profesores advierten que podrían parar nueva vez debido a nuevas complicaciones para que el lugar sea convertido en centro de excelencia.
Los maestros del Ipisa aseguran que imparten tanda extendida, pero su remuneración no corresponde con el horario de trabajo que agotan. Un acuerdo entre las autoridades del instituto y los profesores había resuelto de manera temporal el impasse, pero volvieron a quejarse.
