Un abuso con Jeff Bagwell

Luego de felicitar a Barry Larkin por su elección al Salón de La Fama, me permito preguntar si las escogencias para el templo sagrado…

Luego de felicitar a Barry Larkin por su elección al Salón de La Fama, me permito preguntar si las escogencias para el templo sagrado del béisbol se están basando en mitos, creencias, leyendas urbanas, rumores o en la realidad que debería regir un proceso de esa naturaleza.

Además de Larkin, el único seleccionado del grupo de ayer, Bagwell se merece ese reconocimiento. Para un servidor, el haberlo dejado fuera es un abuso.
Bagwell fue un pelotero dominante, que tuvo muchos méritos que en estos momentos son colocados de un lado porque una legión de los que votan asume que consumió esteroides.

El otrora primera base de Houston, producto de la finca bostoniana, paga el precio de la llamada “Era de los Esteroides”, donde todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario.

Un jugador con 449 jonrones, 1,529 impulsadas, 1,517 anotadas y, entre otras cosas, fue Novato del Año (1991), Jugador Más Valioso (1994), un Guante de Oro (1994) y tres Bates de Plata (1994-97-99) no merece ser juzgado porque “yo creo y aquel me dijo”.

Hasta donde tengo entendido, Bagwell no aparece en nada del famoso “Reporte Mitchell” ni en las “Crónicas Radomski” ni en las “Historias de McNamee”.

Fuera de ahí, quien le vio jugar sabe que reúne las credenciales para el máximo honor que se concede en las Mayores.

Ahora estoy más que deseoso que arribe la venidera cosecha de candidatos para ver qué harán con Barry Bonds, Sammy Sosa y Roger Clemens, tres que han sido muy mencionados en el tristemente célebre período de las sustancias prohibidas en las Mayores.

Apunte esto

La Liga de Béisbol declaró inadmisible la protesta de las Águilas en el partido contra los Tigres del Licey el pasado día 6…Con Rolando Guante como testigo, Eugenio Pérez proclamó que el mejor conocedor de salsa en la crónica deportiva es Bienvenido Américo Celado y Sepúlveda…Carlos Triunfel ha lucido como un maestro en la tercera base de los Tigres…Por cierto, el dirigente Nelson Norman no se duerme en el cambio de los lanzadores, mueve sus piezas y el ánimo del conjunto luce totalmente diferente…

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