Acciones inaceptables

Los actos vandálicos protagonizados por turbas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el pasado viernes, se han salido de…

Los actos vandálicos protagonizados por turbas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el pasado viernes, se han salido de todo límite, y probablemente no tienen precedentes en esa institución. Acciones violentas de gran envergadura en tiempos de paz, en un conflicto interno, contra las autoridades académicas.

Estudiantes y empleados heridos, y daños materiales de gran dimensión. Destrucción de vehículos y a algunas instalaciones, al extremo de que la agresión llegó a la misma puerta de la Rectoría.

En el pasado, conflictos internos entre estudiantes, por razones ideológicas, podían terminar en violencia. Incluso, hubo momentos de fuertes críticas a algunas autoridades, pero nunca se llegó a la agresión y mucho menos en los términos que acabamos de presenciar.

Con justa razón, el rector Mateo Aquino Febrillet se vio en la obligación de pedir la intervención de la fuerza pública para reducir a los agresores. Hay versiones en la UASD de que quienes sostenían una vigilia en el entorno  de la Rectoría fueron reforzados desde el exterior.

Unos cuantos estudiantes vienen oponiéndose al aumento de los créditos educativos y de otros servicios. Los universitarios tienen derecho a pretender que los costos se mantengan a los mismos precios de 1966. Pero eso es irreal e irracional.

Una academia universitaria que no discrimina el ingreso, que no somete a nadie a exámenes de nivel y que es muy laxa en la aplicación de la baja estudiantil, por no decir que la misma no existe como tal, no puede sustentarse sin que nadie pague los costos mínimos de la enseñanza.

Esos estudiantes totalmente desfasados fueron más allá de los límites. Obligaron a las autoridades académicas a recurrir a la fuerza pública, toda vez que la vigilancia interna fue barrida por los revoltosos. De esa forma, ellos mismos provocaron el debilitamiento del fuero universitario. Ante tanta violencia, era necesario imponer.

Las autoridades de la UASD tienen nuestra solidaridad. Deben continuar hacia adelante. Hay que sancionar a los culpables y someterlos a la justicia.

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