Actividades formativas para la democracia en las escuelas: la tarea pendiente

La escuela como organización constituye una microsociedad. En ella se van forjando los ciudadanos que en un momento determinado serán los protagonistas del colectivo que les toque vivir. Si nos ponemos a pensar, es en el centro educativo donde los&#8230

La escuela como organización constituye una microsociedad. En ella se van forjando los ciudadanos que en un momento determinado serán los protagonistas del colectivo que les toque vivir. Si nos ponemos a pensar, es en el centro educativo donde los estudiantes han de pasar el mayor período de escalada intelectual y social. Así, desde el enfoque ontológico, los momentos claves de formación como ser humano integral coinciden con los tiempos de escolarización. Es por eso que las actividades en la escuela deben estar pensadas para motivar y fortalecer la participación de los estudiantes en todos los componentes del centro. Por lo general, cuando los estudiantes se expresan en el aula, el profesor tiende a escuchar la parte central de su asignatura, se enfoca en lo que entiende son los indicadores de logro. Este aspecto no deja de ser importante para la fase de conocimiento en el acto didáctico. Sin embargo, el desarrollo de competencias para fomentar una cultura democrática en las escuelas va más allá que la mera participación en clase. Es necesario que el alumnado logre destrezas para fomentar la creatividad en la solución de problemas, que adquiera la habilidad del liderazgo compartido, respetando la diversidad de ideas, que forme parte del consejo estudiantil y pueda participar activa, crítica y respetuosamente de la toma de decisiones del centro, junto a los profesores y administrativos. Corroborando lo anterior, al considerar el bagaje de conocimientos e intereses previos de los alumnos, Porlán (2010)* destaca que el ´adoctrinamiento´ curricular debe ser remplazado por una participación responsable. En este sentido, el proyecto educativo orientado hacia la democracia en la comunidad escolar incluiría diseñar estrategias pedagógicas que impliquen razonamiento crítico, trabajo colaborativo, aportes de ideas para proyectos, cumplimiento de normas y propuestas de soluciones a las situaciones que se presentan en la cotidianidad de la vida estudiantil. l

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