Pese a que en mayo pasado se inició la reparación de las calles y el drenaje pluvial en este cementerio, los trabajos se suspendieron.
Durante la celebración del día de los Fieles Difuntos el pasado viernes, reporteros de elCaribe constataron cómo varias de las vías internas del camposanto lucen cubiertas de maleza y con montones de material de construcción que las obstaculizan.
Asimismo, una de las paredes laterales que fueron derribadas hace varios años, siguen con la misma situación.
El director general de Servicios Públicos del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Miguel Germosén, reconoció que los trabajos de reconstrucción de calles, badenes y aceras fueron paralizados hace un tiempo, sin embargo, se mostró esperanzado en que la obra sea retomada a la mayor brevedad posible. “Ellos tienen un tiempo que interrumpieron los trabajos, pero los equipos no los han movido de allá lo que nos hace suponer que esos trabajos se van a terminar, además con seguridad lo van a terminar”, agregó.
Dijo que prácticamente todas las calles del camposanto han sido intervenidas, a excepción del acceso principal, al tiempo de advertir que de no concluirse terminaría echándose a perder lo que se ha hecho.
En cuanto a la situación de las paredes, dijo que el Cabildo ya evaluó y presupuestó el costo de su reparación, y aseguró que esto se realizaría con recursos propios o a través de los acuerdos de cooperación del Ayuntamiento con el Ministerio de Obras Públicas.
Atribuyó su colapso al tiempo de antigüedad del cementerio que data de 40 años, así como a factores relacionados con la erosión del suelo, las lluvias y por el hecho de ser un terreno muy accidentado. Indicó que han dispuesto de vehículos de patrullaje interno tanto en el Cristo Redentor como en el de la Máximo Gómez, y reforzado la seguridad en días especiales con miembros de la Policía Nacional.
Con respecto a las tumbas abiertas, Miguel Germosén, negó que fuera por robos de ataúdes, sino porque muchos deudos exhuman los restos de sus parientes y la dejan abiertas.
“A veces hacen exhumación y dejan la boca de la tumba abierta, de todas manera la administración tiene el encargo de cada vez que verifique una situación de mal aspecto corregirlo. Hemos tapado centenares de tumbas que por una razón o por otra han estado abiertas” concluyó Germosén.
Resta importancia a los robos en camposantos
Miguel Germosén reconoció que en el aspecto de la seguridad los camposantos no escapan a la ola delictiva que arropa el país. “A veces se habla de manera particular del problema de los cementerios pero si nosotros comparamos los problemas dentro de los cementerios con la delincuencia son muchísimos menores que los que suceden afuera. Es un problema social”, indicó.
