La política fiscal está dirigida a disminuir la deuda pública, reducir el déficit fiscal, aumentar las recaudaciones y que el gasto público sea más razonable, dijo el ministro de Hacienda.Simón Lizardo Mézquita resumió la directriz del Gobierno como un esfuerzo hacia la consolidación de sus cuentas fiscales.
El ministro de Hacienda explicó que el país tiene una estructura de recaudación débil y demandas de servicios de parte de la población cada vez mayores.
Con una estructura de recaudación débil, dijo el ministro de Hacienda, los recursos no van a alcanzar para dar respuesta a las necesidades de la población que hay que cubrir.
Agregó que este es un problema estructural histórico fuerte, y el Gobierno se encamina a solucionarlo, por lo que, “estamos buscando la manera de hacer la consolidación fiscal”.
Estima que de esa forma se obtendría que concomitantemente con el crecimiento de la economía, se reduzca el endeudamiento, baje el déficit fiscal y a la vez haya sostenibilidad presupuestaria.
El ministro de Hacienda también se refirió a las leyes de incentivos fiscales existentes que afectan la base recaudatoria. Se refiere a las exenciones de impuestos otorgadas por vía legislativa a varios sectores de la economía, y que es uno de los factores que, considera afectan las recaudaciones. Lizardo Mézquita abogó porque los sectores involucrados se sienten a la mesa de diálogo para buscar la mejor salida posible a esta situación, sin que se perjudique la producción nacional con las decisiones que se tomen al respecto.
Dijo que la idea no es que se afecten los sectores productivos, sino determinar de qué manera las áreas que se favorecen con estos incentivos, a la vez reporten resultados positivos medibles.
“No es afectar a los sectores productivos, eso nunca, al contrario, queremos que éstos sean más fuertes, que la producción local sea sostenida en el tiempo y redunde en beneficio para la sociedad”, indicó.
