¡Ahí viene el lobo!

Con mucha frecuencia los políticos del patio gustan de jugar con candela o hacerse los partícipes protagónicos del cuento aquel…

Con mucha frecuencia los políticos del patio gustan de jugar con candela o hacerse los partícipes protagónicos del cuento aquel que relata los “alertas” sobre la llegada del lobo que en principio provocaron pánico y correrías pero era falsa la alarma; cuando ésta fue real, nadie hizo caso y entonces llegó en verdad el lobo y ya se conoce el resto.

Tanto que el cuento se parece a las alarmas, denuncias e incidentes planteados ante la Junta Central Electoral, todo orientado a mantener una actitud de “sugestión pantera” dizque “para que no haya siquiera intentos de maniobras” de cara a “manejar” los resultados que puedan arrojar los sufragios el próximo 20 de mayo. Ahora es que el presidente de la JCE es acusado de reunirse supuestamente con 27 dirigentes del PLD para instruirles a trabajar para que Danilo Medina gane las elecciones.

Eso es como lo de querer involucrar militares retirados, no importa quienes sean ni a quien respondan, en las labores de vigilancia de la impresión del padrón electoral, acciones que no son más que una provocación, aunque estén en el marco de aquella pose “de guinea tuerta” proclamada por el candidato Hipólito Mejía. No perdamos de vista que no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar…

Y hablando de eso

También llama la atención que tanto en esto de los militares retirados propuestos para “vigilar” la impresión del padrón como en el anterior incidente sobre el control, dirección y manejo del Centro de Cómputos de la JCE, el equipo de campaña del presidente Mejía y la dirección institucional del PRD, partido que lo postula, tengan posiciones disímiles. La carta de Miguel Vargas Maldonado y Orlando Jorge Mera al presidente de la Junta difundida ayer asegura que ambos, principales dirigentes del partido blanco, no sabían de la designación del equipo de ex oficiales en labores fiscalizadoras y apuntalaban al organismo electoral con un respeto a su decisión de rechazo a esa designación. El que tenga ojos para ver que vea y el que tenga oídos para oir que oiga. ¿Estamos..?

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